Elecciones: aquí está la rebatiña

 

Al calor de las chelas vienen las discusiones debido a las preferencias políticas de cada quien


El clima político nacional no es ajeno a la vida cotidiana del barrio. Los especialistas dotan de cifras a los candidatos, señalan lacras, proponen estrategias, temáticas a incorporar en los debates: que la salud y la educación amplíen su cobertura; que quien gobierne durante el sexenio venidero prevea que la población crece un millón 300 mil personas por año; que brechas y desigualdades que continúan al alza sean abatidas; que en breve seremos 131 millones de mecsicans, lo que significa una intensa presión demográfica que se debe traducir en mayor bienestar y economía saludable; que es imperativo crecer, crear empleos bien retribuidos y distribuir la riqueza; que…

–Prometer no empobrece –dice “Tanis”; atiende a su juego de conquián y a la cerveza, que si se calienta, amarga.

–Es temporada buena para renovar el guardarropa:

cachuchas, playeras, chamarras… Al mitin donde te pares, algo te toca. Y de que le toque a otro a que me toque a mí, pues mejor a mí –se sincera “Tanis”

. Al calor de las chelas vienen las discusiones debido a las preferencias políticas de cada quien. Pero el asunto no pasa a mayores. Tantos años de conocerse y ser amigos como para que las diferencias partidistas den al traste con la amistad, forjada durante años y años de convivencia, en las buenas y en las malas.

“El Wilo” no es de los que acostumbran cervecear entre semana: eso de llegar crudo a la chamba no es cosa buena, dice para que no digan que le pegan en casa. Pero hace la excepción, porque en la vulcanizadora se encuentran “El Moreno” Hugo, condiscípulo en la Escuela Primaria Federal Guadalupe Victoria y ahora eficaz losetero, y “El Tamal”, abonero y exarquero del glorioso Huracán, equipo futbolero que tantos campeonatos y trofeos diera a la colonia Edomex.

–Chingo de tiempo que no nos veíamos –dice “El Wilo”.

–Un buen –asientan a coro Hugo y “El Tamal”–. Sírvete un vaso de chela y éntrale al juego.

–Pus sea por eso el brindis –levanta su vaso “El Wilo”. “Tanis”, el vulcanizador; “El Pollo”, exelectricista del SME, y “El Guaraguao”, ecuatoriano que iba con rumbo a los yunaites pero se avecindó en Neza, halló chamba como chalán de David, el herrero y aquí se quedó entre nos. Levantan sus vasos de unicel y brindan por el reencuentro.

Repantingados sobre las llantas continúan el juego de naipes y sus comentarios a las novedades políticas. Pasa Gabino “El Paisa”, hojalatero, y pega un grito que los hace saltar:

–¡Así los quería ver, en pleno esfuerzo para que el país prospere!

–Claro, “Paisa”: no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, como dijo quién sabe quién –farfulla “El Pollo”.

–El Inombrable, ¿qué no? –provoca “El Paisa”.

–De todos los candidatos, ni a cuál irle –dice “El Guaraguao”–. Todos prometen y ya arriba, nadie cumple; si no es para su beneficio o de sus patrocinadores, no mueven un dedo. Igualito que en mi país.

–Pus vete p´alla, ¿qué haces aquí dando lástimas? –le revira “El Pollo”–. Como extranjero no deberías meterte en nuestra política interna – remata y suelta la carcajada.

–Dale chance al “Guaraguas”, que goce de las libertades que gozamos nosotros, ya que en su Ecuador ni meridiana chamba tenía…

–Creo yo –imita “El Wilo” a los candidatos que aparecen en la tele con su oferta política–, que los partidos y los ciudadanos deben hacer una reflexión sistemática sobre las causas y el futuro de la reforma fiscal redistributiva y generadora de ingresos públicos, y una política monetaria y cambiaria más orientada al crecimiento; habremos de localizar y transformar la fuente de las diferencias y debilidades que obstruyen nuestro crecimiento, más allá de los planteamientos de quienes somos aspirantes a un cargo público, fuera de inspiraciones ideológicas y doctrinarias.

–Ay wei –se asombró “El Tamal”–, eso que dices debe incorporarse a la agenda de cada agente del cambio, para que encarne en una reflexión sistemática que nos deje encarar los desafíos de la nación y afinar las plataformas electorales, y que los votantes elijan a quienes se propongan y logren derrotar con eficacia y eficiencia la pobreza, la desigualdad social, y logren crecimiento económico satisfactorio.

–Van espadas: no descuiden su juego, mamones –pidió Hugo “El Moreno”– o nos bailan con gandallas políticas macroeconómicas, fiscal y cambiaria, sin chance de una política monetaria más orientada al crecimiento y a la distribución funcional del ingreso.

–Para ello deberíamos tomar medidas urgentes –opinó Gabino “El Paisa”; puso los envases vacíos en la bolsa, fue a la tienda de Trini y volvió con seis caguamas escarchadas, gélidas, bien muertas, para combatir calor y sed.

“Wilo”, “Tamal” y “Tanis” llenaron los vasos de la concurrencia.

La vulcanizadora hervía con la discusión que derivó en imitación. Pasaron el carro de los camotes, las beatas rumbo a la iglesia, Goyo el de la basura, los mendigos que duermen afuera de la vulcanizadora, el profeta y su mujer, con las Buenas Nuevas, y Gabino “El Paisa” puso otra vez los envases vacíos en la bolsa, y fue rumbo a la tienda…