Entre tuiteros te veas

 

Las redes enloquecieron con los comicios en el Edomex


Cuando se inventaron las normas para el manejo del proceso electoral, más concretamente la revisión de votos, la constancia firmada por representantes de partidos y autoridades, la colocación de la llamada sábana en la pared frontera de la casilla, surgió la seguridad de que las malas cuentas habían pasado a la historia.

Y con ello, protestas y reclamaciones. Un sueño, guajiro, pero sueño y nada más.

El procedimiento es el mismo, los contendientes pueden acudir a las sábanas para consultar su votación, todas llevan firma de representantes personales, si los hubo, o de su partido.

Lo que se veía transparente más pronto que tarde fue anulado por eso que llaman redes sociales, donde se amontonan con notorio desorden los que hoy, porque sí, cuestionan, critican y se declaran enemigos sin más del PRI.

Los candados existen y son comprobables, pero se echan abajo con una simple opinión de “experto” o de columnista que sin entender lo que dice, habla de un “algoritmo” y bajo su honesta versión, informa (no propone, afirma) que a tal o cual candidato le sumaron un cuarto de millón de votos.

Las redes enloquecieron con los comicios en el Estado de México calificados de “referéndum” para Peña Nieto o vaticinio de lo que sucederá en 2018. Si el PRI pierde, perderá Los Pinos, así de simple.

En forma irresponsable interneteros nacionales promueven el conflicto en la entidad nada más por el prurito de ese extraño odio surgido contra los tricolores, y desde luego por el sentimiento de que fueron ellos, él, y nada más, quienes levantaron la ira popular.

Hemos sido tocados por el síndrome de la primavera árabe y de los éxitos tuiteros de Barack Hussein Obama. Queremos ser iguales aunque con causa distinta y resultados desastrosos.

Eso será motivo de estudio para quienes intentan desentrañar los misterios del alma humana, ese desprecio y temor al PRI ¿tiene justificación?

¿Fueron mejores los panistas, Fox iniciando impunidades y robo sin máscara al erario y Calderón con 150 mil muertos y la guerra sigue?

O los amarillos con López regalando calles a los curas (Basílica), viajando por el país y el extranjero, construyendo y reservando décadas la información, o Ebrard que vendió calles a empresas comerciales, parques públicos a tiranuelos y regaló a su familia bicicletas, estacionómetros, grúas y otros negocios.

¿De veras los tricolores fueron peores, o sólo hicieron escuela? Sus aprendices están en todos los partidos… dirigiéndolos, por cierto.

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