Escape de esperma

 

La espermatorrea se define como la salida involuntaria de semen a través del pene


Va uno muy feliz en un viaje por carretera. De pronto, la naturaleza llama o más bien grita, berrea, y uno se da cuenta de que no puede más. O deja salir esa presión terrible en el vientre o de plano va a explotar como un globo. La diarrea es un síntoma que causa urgencia y desesperación, pues quien la ha padecido sabe que no podrá hacer mucho para contenerla.

Al menos, la diarrea avisa con unos segundos de anticipación (nos da tiempo para correr a buscar un baño, un arbolito o, al menos, para alejarnos de otras personas que no tienen por qué pagar las consecuencias de nuestras infecciones gastrointestinales). Pero hay un padecimiento similar que ni siquiera da oportunidad de cubrir las vergüenzas que puede provocar. Se llama espermatorrea, y ya se imagina usted lo que involucra.

La espermatorrea se define como la salida involuntaria de semen a través del pene. Esto sucede sin ninguna estimulación sexual y tampoco es necesaria la presencia de una erección. No nos confundamos, en este punto, con las eyaculaciones o poluciones nocturnas, que también son involuntarias; en ese caso todo el mecanismo responsable de la eyaculación se pone en marcha y son las contracciones musculares las que expulsan el semen. No. Aquí hablamos, más bien, de un escurrimiento de esa sustancia. Un escape, una fuga más comparable con la incontinencia urinaria.

Estas pérdidas de semen pueden darse en pequeñas cantidades, es decir, solo unas cuantas gotas, o en un volumen igual al de la eyaculación del hombre en cuestión. En algunas ocasiones, el semen puede ir acompañado de pus o líquido amarillento o verdoso, pero sin duda un flujo con estas características alertaría de inmediato al hombre que vea semejante mancha en su ropa interior. Lo que parecería más inofensivo es la salida del semen solo, ya que aunque puede generar preocupación o cuando menos extrañeza, hay varones que pasan años con esta condición. Peor aún, hay algunos que acuden al médico y este, por desconocimiento, le dice que es normal o que se quitará con el tiempo.

Si bien no se trata de una cuestión de vida o muerte –tampoco se terminará para siempre su vida sexual–, sí es una enfermedad, o mejor dicho, el síntoma de una enfermedad. Es decir, un goteo de semen no es normal. Lo primero que un médico debería descartar ante este síntoma es que no existan fallas o defectos en las estructuras del aparato reproductor masculino. Si fuera así, lo más probable es que el varón padezca la espermatorrea desde adolescente y entonces tendrá que buscarse una solución a esas fallas orgánicas.

Otras posibles causas de este trastorno (y muy seguramente, las más comunes) son las infecciones que pueden afectar la uretra, las vesículas seminales o la próstata. Dichas infecciones, generalmente provocadas por bacterias, generan inflamación en diversas partes del aparato genital masculino, lo que puede dar pie a la salida sin control del semen.

El tratamiento simplemente consta de antibióticos y antiinflamatorios, pero, por supuesto, debe ser supervisado por un especialista que identifique de qué tipo de infección se trata y dé seguimiento hasta que desaparezca la espermatorrea. Si usted ha identificado un problema similar, no se alarme y mejor visite a su urólogo de cabecera, y si él no sabe, pues visite a otro y a otro hasta que alguno sepa cómo tratar la enfermedad. No tiene por qué vivir padeciendo un síntoma molesto y que lo puede poner en vergonzosas situaciones que sería mejor evitar.

*Periodista especializada en salud sexual

@RocioSanchez

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