Europa, ¿unión política o muerte?

 

La unión política será el factor esencial para alcanzar la estabilidad económica europea


Desde la creación de la Unión Europea, en 1957, los países miembros han presumido que buscan en todo momento –si no con hechos, sí en espíritu–, erigirse en una fuerza de apoyo a la paz mundial, la estabilidad económica y la prosperidad para el mundo entero.

Sin embargo, no es ajeno para muchos que la crisis económica que algunos integrantes de la Eurozona viven desde hace una década o más, ha colocado a sus 28 miembros actuales en la delgada línea –ya casi imperceptible– que la separa de la consolidación mundial o el derrumbe de lo que expertos prevén sería una catástrofe económica de dimensiones titánicas, de no consolidarse el proyecto europeo.

No es un secreto que a Europa la dirige y sostiene Alemania, con el apoyo de Francia, los pilares europeos. Históricamente el Reino Unido se ha resistido a llevar la batuta de la UE, y lo demostró, primero, al rechazar el vínculo económico con Europa – al no abandonar la libra por el euro–, y segundo, al poner en duda la ideología de la Eurozona sobre una integración total en los campos económico, militar y político, con el objetivo de que todos los países miembros actúen con una voluntad y una misma voz en los asuntos mundiales a favor de lo que podrían ser los Estados Unidos de Europa.

La unión política, como bien lo saben los planificadores realistas, será el factor esencial para alcanzar la estabilidad económica europea tan anhelada; sin embargo, e independientemente del resultado de la consulta, los ingleses, por décadas, han preferido estar más cerca de EU que del continente europeo, a donde geográficamente pertenecen.

Tras el Brexit, Gran Bretaña podría estar ante su última oportunidad de ocupar su lugar preponderante en Europa.

Jorge Iván Garduño

@plumavertical