Expectativas económicas de las elecciones son amplias
Las finanzas en tiempos electorales son importantes tanto para los contendientes como para todos los sectores que se mueven a su alrededor. Tener finanzas públicas sanas es un componente fundamental para la competitividad de los estados, es decir, para que atraigan talento e inversión.
En este punto hay que resaltar que los inversionistas locales y foráneos también entran un periodo de cautela, restringiendo sus operaciones e inversiones, aguardando un panorama más claro de la situación política y económica del país o entidad en la que se celebran comicios.
Las expectativas económicas de las elecciones son amplias y los empresarios y políticos juegan un papel determinante. No sólo por el momento de efervescencia en el que se insertan las localidades, sino que además se juega el futuro económico en las finanzas de las entidades y de las personas.
Que a final de cuentas son ellos los que dan su voto de confianza.
Según los especialistas, al exceso preelectoral puede seguir una resaca postelectoral. Los gobiernos a menudo tienen que lanzar un plan de austeridad para compensar el gasto a mansalva de las políticas preelectorales.
Las finanzas son tan importantes ya que los partidos políticos deben ser más claros en el manejo y reporte de sus movimientos financieros. Por ello es que en el proceso postelectoral se debe discutir la importancia de que las organizaciones políticas en contienda sean transparentes en la rendición de sus ingresos y gastos de campaña y cumplan con los plazos de presentación establecidos por el organismo electoral.
La influencia del proceso político en el comportamiento del gobierno, el análisis de la economía política busca estudiar el problema fundamental de la agregación de las preferencias y su efecto en el diseño de la política económica. Esto además de analizar los impactos en las fianzas públicas que dejan las administraciones que cambian de gobierno.
Las críticas más relevantes son que el proceso electoral generalmente provoca que los gobiernos locales incurran en un gasto mucho más elevado, sin que haya una mayor recaudación pasa compensar.
Y es que al problema financiero local se le añade este año que la caída en el precio del petróleo afectará de manera significativa la Recaudación Federal Participable de la cual se benefician los estados.
El reto para las nuevas administraciones es continuar trabajando en la consolidación de sus finanzas públicas, ante los desafíos adicionales que traen consigo un proceso electoral.
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