F1: ganar rebasando

Daniel Ricciardo y su Red Bull, este domingo en el Gran Premio de China, que arrebata ese primer lugar al finlandés de Mercedes Valtteri Bottas con un rebase magistral en la muy retadora zona de curvas encontradas
Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Suena a frase redundante, un auto de carreras y más de la Fórmula Uno cuando gana, ¡gana en la pista! Sólo que de unos años a la fecha la gran mayoría de las victorias se vienen dando, o por un dominio grosero tipo MERCEDES, o salir con la victoria gracias a las estrategias en cambio de neumáticos (vulgo, llantas) en donde se ganan carreras sin necesidad de rebasar al rival y, en muy pocas ocasiones se gana la prueba con la esencia misma de las competencias de autos: REBASANDO rivales, por esto es más que relevante la victoria del australiano Daniel RICCIARDO y su RED BULL, este domingo en el Gran Premio de CHINA, que arrebata ese primer lugar al finlandés de Mercedes Valtteri BOTTAS con un rebase magistral en la muy retadora zona de curvas encontradas.

A LA “ANTIGUA”

Ricciardo y su compañero en Red Bull, el holandés Max VERSTAPPEN, son llamados a pits para asumir el riesgo de salir a pelear con llantas blandas jugándose el todo por el todo a fin de dar alcance al Ferrari de Sebastián VETTEL y el Mercedes del finlandés Valtteri BOTTAS, que minutos antes había superado a Vettel precisamente al realizar un cambio de llantas en menos de dos segundos, arrebatándole así, sin rebasarlo, el primer lugar de la competencia.

REBASES AL LÍMITE

Los RED BULL salen a jugársela, Max VERSTAPPEN vuelve a cometer el error de atacar sin medir riesgos a Lewis HAMILTON, éste lo ve venir como toro a la muleta, le cierra la puerta y lo saca de la pista, y casi de la carrera; Ricciardo había rebasado en maniobras al filo de la navaja al propio Hamilton y al Ferrari de VETTEL para meterse en el segundo lugar y, de ahí, con sus llantas blandas y llevando al límite a su RED BULL – RENAULT ataca al Mercedes de BOTTAS hasta sorprenderlo y rebasarlo en una magistral maniobra al límite, en una zona de curvas encontradas en donde nadie –excepto su equipo– habría planeado un rebase de tal naturaleza. DANIEL Ricciardo controla entonces la carrera consintiendo su Red Bull hasta cruzar la meta, regresando a la esencia del automovilismo, las carreras se ganan rebasando rivales, lo demás es llevar el reglamento, que se acomoda al gusto de las escuderías… Así de fácil…

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