Falsas ilusiones

 

Los aficionados de los Vaqueros tienen la esperanza de que Dak Prescott sea el “mesías” que han esperado dos décadas


Erick Meneses

 

Pocas cosas tan peligrosas como la “ilusión”, esa maldita traicionera que nos hace creer que las cosas van a salir bien, sin importar que todo apunte hacia la catástrofe. Sin embargo, es tan poderosa que resulta complicado sacarla de nuestras mentes.

Esa despiadada hoy invade a la mayoría de los aficionados de los Vaqueros, quienes tienen la esperanza de que Dak Prescott sea el “mesías” que han esperado dos décadas, en las que la franquicia rara vez ha hecho otra cosa que no sea el ridículo.

Prescott es un quarterback mediano. No tiene un brazo preciso, le falta visión de juego, leer mejor las jugadas y saber esperar el desarrollo de las rutas que corren sus receptores.

Sus pases –de más de 15 yardas– suelen llevar más ventaja para el defensivo que para su receptor; a menudo pierde de vista objetivos completamente libres de marca porque se centra tanto en su opción principal, que deja de ver lo que hace el resto de sus compañeros.

Es por eso que muchos de sus envíos terminan en la válvula de escape (corredor o fullback). Y en el mejor de los casos, compensa su falla en las lecturas con la velocidad de sus piernas.

A nivel colegial nunca fue un buen pasador y ha quedado demostrado en sus dos primeras campañas en la NFL.

Muchos se quedaron con el “espejismo” de su temporada de novato, en la que consiguió un récord de 13-3 y metió a Dallas a postemporada. No obstante, su lento inicio ante Green Bay le terminó dando mucho margen de maniobra a Aaron Rodgers, quien se lució en la última posesión del partido y logró el pase a la Final de Conferencia.

El mérito de hace dos años fue tener sano a Ezekiel Elliott todo el año. Y justo en el corredor es donde radica la base del éxito del equipo azul y plata. Si se lesiona o vuelve a ser suspendido, el cuadro texano puede despedirse de cualquier aspiración en 2018, por mínima que sea, tal como ocurrió el año anterior.

Quarterbacks como Prescott he visto decenas y, salvo Russell Wilson, prácticamente ninguno ha tenido éxito en la Liga.

El “4” tendrá esta temporada y por mucho la que sigue para demostrar lo contrario. Si la directiva vaquera fuera inteligente –pedirle piñas a un manzano– sus esfuerzos estarían enfocados en desarrollar y rodear de talento a Cooper Rush.

De entrada, bienvenidos a otra campaña de menos de 10 victorias, en la que Dallas ilusionará con los playoffs, para terminar cayéndose en las últimas semanas.

Si usted es aficionado Cowboy, no se ilusione, ni haga corajes. Total, no pasa nada. Van casi 25 años sin que pase nada.