Feisbook, el pensamiento único…

 

La ingestión de un elote asesino, a nivel regional equivalente a la conocida Venganza de Moctezuma con la que aplacamos las ansias de extranjeros destrampados, me tiró poco mas de una semana en la cama con temperaturas altas y deposición de toda suerte de desechos de mi barriga. Me sobró tiempo para meditar algo que […]


La ingestión de un elote asesino, a nivel regional equivalente a la conocida Venganza de Moctezuma con la que aplacamos las ansias de extranjeros destrampados, me tiró poco mas de una semana en la cama con temperaturas altas y deposición de toda suerte de desechos de mi barriga.

Me sobró tiempo para meditar algo que sin sentirlo ya veo convertido en parte de mi ser, de mi pensamiento. El tal Feis, Instagram y otros sistemas de captación del pensamiento han cambiado no sólo mi visión del entorno sino hasta mi forma de pensar y de expresar mis ideas.

Decía Rogelio Hernández López, ese sabio de las Ciencias Sociales, que yo escribía como hablaba, lo que consideraba un gran elogio ante el cúmulo de analistas que atropellan al lector para certificarle su sabihondez acumulando citas de célebres escritores, contagiándose pues, del conocimiento ajeno.

Para mi la cosa es simple: en la duermevela descubro que pienso tal cual se han propuesto los dueños de esta agencia imperial y que la secuencia de mis pensamientos ya no es libre, independiente hasta cierta forma y sin ataduras de estilos.

Creo que lo mencionado es bastante grave, si se considera que de pronto este sistema ha decidido ejercer censura y aunque en forma disimulada, apoyar no precisamente causas populares.

Y pienso que todavía más grave es que hemos estado asumiendo en una tarea se hormigas el nuevo “way of life”.

Quienes no hemos sido agredidos o censurados es que desde la posición de orientadores de la opinión pública valemos poco. Conozco casos como Francisco Rubiales y sus blogs de denuncia contra la pudrición de la política española que cada semana sufren las intemperancias del Feis.

Sobre México lo mas que se puede decir es que han dejado tan ingrata tarea a la cauda de seguidores del cometa que les guía en su caminata a la paz y la felicidad eternas.

Es buen negocio, la mayoría, se ha comprobado, son perfiles falsos, de nueva creación, sin mayor identidad. Por allí podemos estar seguros que se están yend gran parte de los recursos de las guarderías.

En cualquier caso, amigo lector, si usted como yo y otros muchos, empieza a pensar y a hablar como si estuviera transmitiendo su indispensable opinión, piense en iniciar un ciclo de desintoxicación.

Un buen libro podría ser de ayuda, pero de ninguna manera un libro de autoayuda o de sabios consejos para encontrar la felicidad vía métodos políticos. Eso nunca sirvió.