Gobernadores reprobados

 

Fueron reprobados por quienes en un momento los eligieron para gobernarlos


Andrés Manuel López Obrador obtuvo más votos que cualquiera de sus contrincantes en todos los estados de la república, menos uno: Guanajuato.

En casi todos los estados, los candidatos presidenciales del PAN y del PRI recibieron una tunda tal que, si ésta hubiera sido física, estarían todavía encamados en la unidad de cuidados intensivos de un hospital rodeados por médicos y enfermeras únicamente, porque la mayoría de quienes fueron sus seguidores seguramente ya no se molestarían en ir a visitarlos porque los derrotados se quedan solos.

Y AMLO no sólo ganó la elección presidencial, los candidatos a diputaciones, senadurías, presidencias municipales y alcaldías de su partido, Morena, y los de los aliados PT y PES también se beneficiaron ampliamente por habérsela jugado con él.

Ambas cámaras del Congreso de la Unión estarán bajo el control absoluto del próximo presidente de México y, si éste hace un poco de esfuerzo, sin problema convencerá a un puñado de legisladores panistas, priistas, perredistas, verdes, emeceistas y panalistas para que lo apoyen cuando pretenda hacerle reformas a nuestra archiparchada Constitución.

En 27 estados se renovaron los congresos locales el 1 de julio pasado.

Los votos de la gente le otorgaron a Morena y sus aliados la mayoría en 17 congresos: Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Ciudad de México, México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Lo anterior quiere decir que los votantes decidieron complicarle la vida a los gobernadores Carlos Mendoza Davis (BC-PAN), Manuel Velasco Coello (Chis.-PVEM), José Ignacio Peralta (Col.-PRI), Héctor Astudillo (Gro.-PRI), Omar Fayad (Hgo.-PRI), José Ramon Amieva (CDMX-PRD), Alfredo del Mazo Maza (Mex.-PRI), Silvano Aureoles (Mich.-PRD), Graco Ramírez Garrido (Mor.-PRD), Alejandro Murat (Oax.-PRI), Antonio Gali (Pue.-PAN), Juan Manuel Carreras (SLP-PRI), Claudia Pavlovich (Son.-PRI), Arturo Núñez (Tab-PRD), Marco Antonio Mena (Tlax.-PRI), Miguel Ángel Yunes (Ver.-PAN) y Alejandro Tello (Zac.-PRI).

Velasco Coello, Amieva, Ramírez Garrido, Gali, Núñez y Yunes no tendrán que soportar durante mucho tiempo más la situación ya que el mismo día en que los votantes optaron por darle el control de sus legislaturas locales a Morena también decidieron votar por quienes los seguirán dentro de poco en el cargo, ganando en cinco de esos seis estados un candidato de lo que fue la coalición Juntos Haremos Historia. En Puebla, la próxima gobernadora panista deberá lidiar con un Congreso en manos de sus opositores.

Los mandatarios estatales que no fueron capaces de ayudar a que en sus estados ganara el candidato presidencial de su partido, también fueron incapaces de asegurarse de que ganaran sus candidatos a diputaciones locales. Lo anterior significa que fueron reprobados por quienes en un momento los eligieron para gobernarlos.

Los gobernadores de Baja California Sur, Colima, Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán, Oaxaca, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas deben mejorar mucho sus gestiones. Si no lo hacen, les garantizo que sus sucesores no pertenecerán a su partido político.