Guerra política CDMX
Después del sismo del 19 de septiembre pasado, y una vez realizado el recuento de los daños, ha comenzado la reconstrucción de los lugares que resultaron dañados. De lo que se trata es de que la gente comience una nueva etapa en la que colectivamente superemos los posibles daños psicológicos, y hasta el dolor de aquellos que tuvieron la mala fortuna de perder a uno o varios familiares.
Pero también hay que señalar que con el recuento de los daños también dará inicio la lucha por el control de la capital de la República.
El sismo de 1985 reconformó el mapa de las preferencias electorales en la capital de la República, y profundizó las estrategias de control que hasta entonces había mantenido el Partido Revolucionario Institucional, hasta el grado de romper su hegemonía y mandarlo hasta el tercer lugar de las preferencias electorales. La pésima y tardía actuación del entonces Jefe del Departamento del Distrito Federal, Ramón Aguirre Velázquez, fue el detonante del crecimiento exponencial del Partido de la Revolución Democrática.
Sería la izquierda quien mayormente crecería por sus constantes reclamos de la responsabilidad de los funcionarios que mantuvieron en el abandono a los habitantes de la capital del país durante la crisis, y quienes capitalizaron mayormente los beneficios de los programas de reconstrucción abanderando la exigencia de vivienda digna para los damnificados.
Renovación Habitacional se convirtió en el principal instrumento gubernamental para brindar los apoyos a los miles de solicitantes, desde luego enlistados por la naciente fuerza política militante de la izquierda.
El escenario es ahora propicio para el reinicio de las hostilidades partidarias, en las que, desde luego, también se buscará dejar fuera a los tricolores, que poco tienen que hacer en materia de reclamos callejeros.
Por lo pronto la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional ha entendido que, de no comenzar la operación política en lo inmediato, será rebasado por la fuerza de los acontecimientos, y lo peor es que su presunta candidata al Gobierno de la Ciudad de México resultaría la más afectada.
La dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional en la Ciudad de México, encabezada por Martí Batres Guadarrama, salió de manera apresurada a lanzar acusaciones por la presunta guerra que se ha desatado en contra de Claudia Sheimbaun, jefa delegacional en Tlalpan, y quien ha sido inmiscuida en el escándalo de corrupción con motivo de la expedición de los permisos de construcción del Colegio Enrique Rébsamen. El señor Batres se refirió a “una guerra política por parte de otros partidos”.
El señor Andrés Manuel López Obrador ya entendió que la lucha por el control de la capital de la República ha comenzado, de ahí el haber mandado el primer contingente para hacer el recuento de los daños, y mucho le pesará el alejamiento que tuvo con Ricardo Monreal, porque nunca aceptará que se equivocó a la hora de elegir a quien sería la candidata de Morena. Lo cierto es que el Movimiento de Regeneración Nacional está en una severa crisis, y el prócer bastante preocupado. Al tiempo.
Sorry. No data so far.