Hay vida después de AMLO

RAÚL FLORES

Hoy por hoy, ser de izquierda en el PRD es el testimonio de que hay vida en la izquierda mucho más allá de López Obrador y de que ésta puede regresar a formas más democráticas de actuar y organizarse, lejos del autoritarismo y el verticalismo de quien pretende monopolizar el discurso opositor para proponer otra monarquía sexenal, pero encabezada por la otra mafia, “la buena”.

Como verdadera alternativa de izquierda lo que queremos proponer al país es una forma de gobierno que corresponsabilice a las fuerzas políticas de los resultados de sus administraciones y que, además, cada parte del Estado tenga claros los límites de su actuar en el marco de la ley para conseguir efectivos contrapesos en el ejercicio del poder público y acabar así con la desigualdad, la injusticia, la inseguridad y la corrupción.

Es claro, que la pobreza y la desigualdad no son ni serán los propósitos de combate ni del PRI, pero tampoco de un partido de “izquierda” populista y totalitario como lo es Morena, porque para que partidos así existan, crezcan y se mantengan es necesario que existan millones de pobres.

Viven y se alimentan de su fe, de su necesidad y por supuesto de sus votos.

La izquierda del PRD está por invertir en el desarrollo del país, queremos igualar a los mexicanos, pero hacia arriba, no practicar una falsa “austeridad” que nos mantenga sumidos en la pobreza y en la manipulación.

Ser de izquierda es trabajar por la gente, por sus necesidades y anhelos, no despojarlos de sus aspiraciones.

Pdte. PRD CDMX

@raulflorescoy