Inconsistencias ideológicas conductuales

 

 No sé que pase por la cabeza del Presidente de la República cada vez que pregona su inusitada pobreza cuando de mostrar y demostrar que sigue siendo un hombre pobre se trata. Quizá muchos de sus adeptos le crean que efectivamente carece de recursos monetarios, pero otros estoy seguro que lo tacharan de mentiroso porque […]


 No sé que pase por la cabeza del Presidente de la República cada vez que pregona su inusitada pobreza cuando de mostrar y demostrar que sigue siendo un hombre pobre se trata.

Quizá muchos de sus adeptos le crean que efectivamente carece de recursos monetarios, pero otros estoy seguro que lo tacharan de mentiroso porque durante mucho tiempo ha hecho un derroche de recursos monetarios para diseñar sus bien orquestados eventos públicos en la mayor parte del territorio nacional.

Como también dicen por ahí, tanto va el cántaro al agua hasta que termina por romperse, y eso podría ocurrirle en cualquier momento al ahora Presidente de la República a causa de los grandes despliegues de recursos económicos para recorrer de norte a sur y de este a oeste la geografía nacional, realizando concentraciones en las plazas públicas durante casi dieciocho años sin rendir cuentas a la autoridad electoral, y mucho menos a los mexicanos que lo han seguido fielmente durante este tiempo.

Pero no tan solo son las inconsistencias monetarias las que debieran preocupar al ahora Presidente de la República, sino la forma en que los mexicanos están nutriéndose por las percepciones negativas que despiertan los miembros del Movimiento de Regeneración Nacional con sus excesos en todas las latitudes del país. La demostración que hicieron al estacionar sus vehículos en el Zócalo de la Ciudad de México para acudir a una cita en Palacio Nacional es patética y despreciable, lo que habla de la facilidad con la que seguirán cometiendo excesos ahora que tienen el poder.

Parece mentira, pero en el corto plazo los integrantes del círculo cercano a Andrés Manuel López Obrador han tenido un severo desgaste a causa de los excesos cometidos para quien ahora detenta el poder. Lo que no han entendido es que esa humildad que siempre pregonaron ha resultado una mascarada ante las demostraciones de poder con el añadido de que se sienten dueños del país y de quienes en el habitamos. Ojalá entiendan que el poder es pasajero, y que las circunstancias cambian de acuerdo a esas percepciones que están recibiendo los mexicanos.

Pero también habrá que señalar que han sido los propios medios de comunicación quienes han tenido mucho que ver en el comportamiento de otros componentes del Gabinete Presidencial, como es el caso de Olga Sánchez Cordero, quien después de ser criticada por la abundante pensión que recibe como exMinistra que es de la Suprema Corte De Justicia de la Nación, ahora ha tenido que salir a los medios de comunicación para dar a conocer su decisión de renunciar al salario que devengará por el cargo de Secretaria de Gobernación.

La pregunta es: ¿porque no renuncia a la pensión como Ministra? Claro, porque es el doble del salario de Gobernación.

Él erosionamiento de la voluntad popular con el que llegaron los miembros del Movimiento de Regeneración Nacional al ejercicio del poder público es el principal indicativo de que las cosas no les están saliendo bien porque no están guardando las formas de comportamiento que impone la austeridad republicana que precisa el país. Enrique Peña Nieto cometió muchos excesos, pero el erosionamiento de su figura ocurrió en los últimos dos años de ejercicio gubernamental.

Al paso que va Andrés Manuel López Obrador, no tardarán en encenderse las luces de alarma.

Al tiempo.

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