EU-México: geopolítica, no percepciones mediáticas

 

La política es el sentido de la realidad, no de las ilusiones mediáticas


WASHINGTON, D.C.- En reuniones a puerta cerrada entre equipos diplomáticos y políticos de México y EU, la clave de las fricciones no se localiza en algunas percepciones que pudieran tenerse en los escritorios estadounidenses que llevan los asuntos mexicanos sino en las evidencias de la realidad que tiene que ver con la corrupción, la penetración criminal en el Estado y la crisis económica que sigue expulsando mexicanos.

En este sentido, la decisión de la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu Salinas de reorganizar la estrategia hacia Washington tendrá poco efecto si se basa en asuntos mediáticos y de imagen. La política de inteligencia, seguridad nacional y militar de EU hacia México pasa no sólo por el prisma de los migrantes ilegales sino por la porosidad de la frontera.

En el escenario de la agenda México en la campaña presidencial estadounidense el sitio www.thegateawaypundit.com reveló que un operativo del Estado Islámico alertó que cárteles mexicanos del narcotráfico en Ciudad Juárez estarían ayudando a terroristas del EI a cruzar furtivamente la frontera para alcanzar objetivos de ataque dentro de EU. En este sentido, la histeria de Donald Trump respecto a la relación migración-terrorismo tiene razones de ser y más cuando Trump como candidato republicano ya ha tenido acceso a reportes de inteligencia de la CIA, del Pentágono y seguridad nacional.

Las presiones estadounidenses sobre México ahora intensificadas por la embajadora Roberta Jacobson –una pieza de continuidad Obama-Clinton– responden al conocimiento que tuvo Hillary Clinton en el Departamento de Estado de los problemas mexicanos. Además de trabajar en la comunidad diplomática parta el hemisferio occidental en los gobiernos de Bush Jr.

y Obama, Jacobson fue subsecretaria de Estado con Hillary Clinton en el Departamento de Estado. Se trata de una experta en asuntos de diplomacia del poder.

Del lado mexicano, la reorganización de la parte encargada de los asuntos estadounidenses no causó interés en el área de inteligencia y seguridad nacional: el nuevo subsecretario de Asuntos de América del Norte es Paulo Carreño King, quien carece de carrera diplomática y sólo con experiencia en la burocracia del poder en el  área de medios, justo en los tiempos en queMéxico fue centrado como un país violento y fuera de control.

En la campaña presidencial estadounidense México estuvo al garete, sin una política de defensa de los intereses nacionales y sin un discurso enérgico, no sólo contra las acusaciones de Trump sino contra las presiones de la comunidad de seguridad nacional del establishment que protege a Hillary Clinton. La agenda México de Clinton se reduce a tres temas: seguridad nacional antiterrorista, corrupción y derechos humanos, las tres deficiencias mexicanas no sólo hacia EU, sino hacia el interior del propio México.

El activismo de la embajadora Jacobson en los temas de corrupción y seguridad tiene que ver más con el 2018 mexicano a favor del PAN que con 2016 de Clinton- Trump. Las políticas estadounidenses hacia México se fijan en las áreas de inteligencia, seguridad nacional, espionaje y paraguas militar, mientras que en México se miden por imagen en medios.

The White House 2016: Hillary Clinton sigue pidiendo el voto latino para vencer a Donad Trump, pero la candidata ya aclaró que habrá reforma migratoria hasta que los demócratas tengan la mayoría en las dos cámaras legislativas… y eso no será en el corto plazo. O sea que Hillary quiere el voto latino a cambio de nada, como Obama.


Política para dummies: La política es el sentido de la realidad, no de las ilusiones mediáticas.

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