Infierno en Tultepec

 

Lo presumieron como “el mercado más seguro en Latinoamérica”


Lo presumieron como “el mercado más seguro en Latinoamérica”, asegurando que poseía puestos “perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se diera una conflagración en cadena en caso de un chispazo”, y hasta presumían que contaban con personal “perfectamente calificado” que sabría cómo actuar en caso de algún incidente, además de extintores, agua, arena, pico y pala, que de presentarse alguna explosión servirían éstos para mitigar el fuego… toda esa “seguridad” en el tianguis de pirotecnia de San Pablito, en Tultepec, de nada sirvió el pasado martes cuando en cuestión de segundos el mercado del tamaño de dos campos de futbol estalló, dejando un saldo de más de 30 muertos, 70 heridos y algunos desaparecidos.

El lugar fue reducido a polvo, cenizas y estructuras derruidas; los presuntos 87 mdp que aseguran los funcionarios públicos se han invertido en el lugar en los últimos seis años son ahora escombros, llanto, temor, sangre, muerte, inseguridad e incertidumbre, y a pesar de que el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, ha asegurado que la Fiscalía se hará cargo de la investigación, ya hay quienes prevén que no habrá culpables.

Con la tragedia a cuestas, autoridades de seis entidades ya comenzaron a aplicar las legislaciones locales respecto de la regulación de la venta y almacenaje de pirotecnia; los primeros resultados: clausura de comercios por incumplir con los reglamentos correspondientes. Y sucederá lo que siempre sucede en estos casos (cada día más recurrentes y mortales): incautarán material explosivo, prohibirán cierto tipo de artilugio pirotécnico, vigilarán la prohibición de venta a menores de edad… y luego, en unas cuantas semanas volverá el cinismo y la sumisión hasta la próxima explosión.

Es difícil que los culpables sean castigados, aunque la presión por el 2018 podría servir para exponerlos. Quizá…