Jair Bolsonaro y la locura colectiva en Brasil

 

Estamos a punto de que se cumplan dos semanas de que la insensatez colectiva se apoderara de buena parte de la sociedad brasileña. El pasado 7 de octubre en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro se alzó con la victoria al obtener 46% de los votos, sólo 4 […]


Estamos a punto de que se cumplan dos semanas de que la insensatez colectiva se apoderara de buena parte de la sociedad brasileña.

El pasado 7 de octubre en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro se alzó con la victoria al obtener 46% de los votos, sólo 4 puntos porcentuales menos de los que requería para no tener que concurrir a una segunda vuelta. En segundo lugar y por lo tanto candidato retador de Bolsonaro para la segunda vuelta quedó el abanderado del PT Fernando Haddad que obtuvo poco más del 29 por ciento de los sufragios.

La diferencia entre el primero y el segundo lugar se ve francamente muy di cil de remontar por lo que resulta altamente probable que Jair Bolsonaro se alce como triunfador en la segunda vuelta, todo lo cual preocupa y preocupa mucho. Hay que tener en cuenta que Bolsonaro ha sido a lo largo de décadas el enfant terrible de la política brasileña.

El rupturista que siempre asumía las posiciones más delirantes y al que pocos tomaban en serio, característica en la que en alguna medida coincide con la historia del hoy presidente de Estados Unidos Donald Trump. Bolsonaro ha adoptado posturas por ejemplo como la de considerar las dos décadas en las que Brasil vivió bajo una sangrienta dictadura militar como una etapa maravillosa de la que si alguna crítica podría hacerse es la de que los militares tendrían que haber matado más.

Ha dicho también que no podría amar a un hijo homosexual y que preferiría que se muriera en un accidente automovilístico; ha insultado a una congresista diciéndole que no la violaría porque no se lo merecía, ha glori cado la memoria de un torturador consumado como es el caso del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, solo por mencionar algunos de sus más célebres posicionamientos.

De concretarse la victoria de Bolsonaro, dentro de algún tiempo el 28 de octubre del 2018 será recordado como el día en el que Brasil se volvió loco.