“Joder” a Veracruz

 

Javier Duarte, es ya sinónimo de corrupción


El ahora prófugo y exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, es ya sinónimo de corrupción, pero sobre todo, de impunidad; tras ser arropado por caciques políticos y empresariales, hoy está prófugo de la justicia que lo requiere por presunto enriquecimiento ilícito a costa de los veracruzanos, entre muchas otras acusaciones, y “nadie” sabe su paradero.

Aún recordamos la época en la que Javier Duarte pertenecía a ese grupo de jóvenes gobernantes priistas liderados por Enrique Peña Nieto, y quien tenía como encomienda marcar un nuevo rumbo para el país, para dejar en el olvido las prácticas clientelistas, de corrupción y cacicazgos del tricolor.

Con esta visión, Duarte se comprometió el 1 de diciembre de 2010 con ejercer un buen gobierno, ordenado y eficaz, donde la claridad de rumbo sería primordial, acentuándose en favor de la gente, aprovechando el potencial de la entidad y de los veracruzanos para potenciar el crecimiento económico, y desterrar las prácticas de corrupción… total, prometer no empobrece.

Seis años después, Javier Duarte tiene 35 kilos menos, más de 50 denuncias por corrupción y enriquecimiento ilícito, y señalamientos por violación a los derechos humanos a lo largo y ancho de Veracruz. Luego de no ser capaz de retener políticamente la entidad para el PRI, ha sido expulsado del tricolor.

Hoy día, Veracruz está en quiebra económica y los homicidios han vuelto a cifras récord de 800 muertos anuales, obligando al Gobierno Federal a intervenir, aunado a esto, Javier Duarte y sus colaboradores han dejado un reguero de pruebas del despojo al erario.

Si bien, hay políticos que dicen que no se levantan todos los días pensando en “joder” a México, este Javier sí que se levantó desde que tomó el poder pensando en cómo “joder” a Veracruz.