Justicia política

 

Me sorprende observar cómo van pasando los meses con los que se ven venir cielos cargados de rayos y centellas, y nadie hace nada


Al paso del tiempo es algo que en la vida y en política siempre lo condiciona todo. Y saber utilizar los espacios significa gran parte de la clave de los éxitos o de los fracasos.

Confieso que me sorprende observar cómo van pasando los meses con los que se ven venir cielos cargados de rayos y centellas, y nadie hace nada.

Hoy 15 de septiembre, el día que volveremos a gritar ¡vivan los héroes que nos dieron patria! desde cada uno de los balcones y de los zócalos nacionales; Durango presenciará la toma de posesión de su nuevo gobernador, José Rosas Aispuro. Después vendrá la del gobernador electo de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.

Sin embargo, lo que debe estar claro es que no en todos los estados va a suceder lo mismo, puesto que ya hay algunos gobernadores como Javier Corral en Chihuahua y Miguel Ángel Yunes en Veracruz, que han desarrollado sus campañas sobre la base de prometer justicia, canalizando toda la frustración de sus pueblos contra los gobernantes que los antecedieron y que tanto decepcionaron.

Ahora sólo es cuestión de ir descontando los días y las horas. Y en ese sentido, espero que de verdad haya justicia, aunque como ha dejado de manifiesto el movimiento que puso en marcha Federico Reyes Heroles contra la impunidad, esa espera viene a ser en cierta medida hasta bíblica, ya que aguardamos el juicio contra los corruptos como si fuera el acto previo al día del juicio final.

En este momento es necesario instrumentar y llevar a cabo soluciones que no sólo incrementen la sensación de que carecemos de estabilidad institucional y de que tenemos problemas de violencia, de investigadores, de procuradores y de jueces, sino que además consideren que hemos tomado el camino en el que nunca queremos arreglar nada.

Y es que, ya se promulgaron las Leyes Anticorrupción y ya se aprobó la Ley 3de3, sin embargo, seguimos sin fiscal y seguimos sin saber qué estamos esperando.

Mientras tanto el Gobierno Federal y los compañeros de los gobernadores, que han resultado más afectados por las campañas de rendición de cuentas, tienen que saber que todo lo que no sea anticiparse terminará por abarcar un año o hasta dos para que cada gobernador haga justicia en contra de su antecesor.

En el caso de Yunes eso representaría dedicarle toda su gestión como gobernador en Veracruz, ya que ésta tendrá una duración de dos años. Y en el caso de Corral, ahora avanza como algunos de los personajes de aquella película mexicana llamada La ley de Herodes, en el sentido de que ha descubierto quién es el corrupto que se escapa en medio de la noche llevándose  a caja de los recursos.