La actualidad peruana y sus diferencias irreconciliables

 

Kuczynski presentó a los integrantes de su gabinete de reconciliación nacional


En un acto solemne llevado a cabo a principios de esta semana en la Casa de Pizarro, palacio presidencial de Lima, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, presentó a los integrantes de lo que él mismo llamó gabinete de reconciliación nacional. En esa ocasión el mandatario andino sostuvo que quizá la reconciliación sea un objetivo difícil de alcanzar y enfatizó que era natural que existieran diferencias entre las principales fuerzas políticas del país, es decir, por un lado los integrantes de su propio partido Peruanos por el Kambio y por el otro, los integrantes del grupo político fujimorista enmarcados bajo la divisa de Fuerza Popular, a las que con este gabinete buscaba reconciliar. Aunque Kuczynski ponderó la necesidad de encontrar vías de solución a las diferencias existentes, la realidad es que quizás el principal problema de Perú radique justamente en que esas diferencias no son tan grandes como el presidente cree o quiere hacer creer. A juzgar por los últimos acontecimientos, lo que resalta en la coyuntura peruana son más bien las similitudes existentes entre, por una parte, Pedro Pablo Kuczynski y su gente y, por la otra, las huestes de Keiko y Kenji Fujimori.

No hay que olvidar que el presidente estuvo a punto de ser destituido por el Congreso debido a que una empresa de su propiedad se vio involucrada en los escándalos de corrupción de la empresa constructora brasileña Odebrecht, y que si evitó ser expulsado del poder fue muy probablemente porque negoció con los fujimoristas otorgarle un indulto al expresidente Alberto Fujimori quien cumplía una condena de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, de tal suerte que en una de esas, la tan anhelada reconciliación no resulte tan complicada en virtud de que todo parece indicar que aunque se muestren distintos, ambos clanes son de la misma calaña.

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