La estupidez campea en la era de la información

Debido a que la vacuna contra el sarampión es altamente efectiva y segura, en el año 2000 Estados Unidos estuvo en condiciones de declarar a la enfermedad erradicada en su territorio.

Sin embargo, desde entonces a la fecha, contrariamente a lo que podríamos imaginar, es decir, que la cobertura de la vacunación contra el sarampión se volvería universal y este peligroso padecimiento, sobre todo si afecta a personas adultas,  sería ya cosa del pasado, lo que ha venido ocurriendo es que cada vez es mayor el número de padres que impiden que sus hijos sean vacunados porque leyeron en internet en la página de vaya usted a saber qué organización o en el artículo de vaya usted a saber qué individuo, que la vacuna contra el sarampión causa autismo, o epilepsia, o esterilidad o impotencia.

Esta información claramente falsa aunada a rumores también esparcidos por las redes sociales en el sentido de que muchas vacunas son en el mejor de los casos innecesarias y en el peor, francamente nocivas y que su aplicación obedece solamente a la codicia de las grandes empresas farmacéuticas ha contribuido al hecho de que hoy por hoy Estados Unidos esté viviendo el brote de sarampión más grave desde 1994 con más de 620 casos reportados.

Si la cobertura en materia de vacunación no es universal por razones económicas o logísticas, nos enfrentaríamos a un hecho lamentable pero al fin de cuentas comprensible. Pero si la cobertura no es universal simplemente porque algunos decidieron darle credibilidad a los más delirantes rumores nos enfrentamos a un fenómeno escandalizante e inaceptable.

Habrá gente que muera por la estupidez e irresponsabilidad de sus padres y habrá gente que muera por la estupidez e irresponsabilidad de otros. ¿No será que en plena era de la información mientras más inteligentes se vuelven los teléfonos , más imbéciles se vuelven los individuos?.