La lambisconería vulgar no oculta el fracaso de Osorio Chong

 

No entregó los resultados que el presidente Peña esperaba


Varios políticos distinguidos, todo ellos priistas, me han comentado que les parece ridícula la manera en que los integrantes del gabinete del presidente estadounidense Donald Trump, cada vez que tienen una reunión plenaria de dicho equipo de gobierno, hablan maravillas de su jefe y dicen que es un honor pertenecer al gobierno de una persona tan extraordinaria, conocedora, inteligente, valiente, sensible como es el neoyorquino que tiene al mundo de cabeza.

Después de escucharlos les he respondido que la actitud de los colaboradores de Trump es similar, si es que no idéntica, a la de los políticos y funcionarios priistas que ensalzan exageradamente a sus respectivos jefes cada vez que se refieren a ellos en un foro público.

Para constatar lo anterior basta analizar los discursos que se pronuncian en cualquier evento que encabece el Presidente de la República, o que presida un gobernador, secretario de estado, presidente municipal o funcionario encumbrado.

El caso más reciente de esta manifestación de lambisconería la vimos el martes pasado, cuando el oficial mayor de la Secretaría de Gobernación, Jorge Márquez Montes, se refirió a su aún jefecito, Miguel Ángel Osorio Chong, quien horas antes presentó su renuncia al cargo.

Entre las lindezas que dijo el funcionario destacan las siguientes: “Es un enorme privilegio trabajar en la Secretaría de Gobernación bajo el liderazgo de un hombre talentoso, de un servidor público leal, de un hombre comprometido con México y de un alguien que le ha entregado resultados a México. Es un enorme privilegio trabajar al lado de Miguel Ángel Osorio Chong… Como [Benito] Juárez, tenía claro que el Gobierno y el servicio público tienen que estar entregados día con día por la gente y por la nación… A su guía y trabajo, señor secretario, correspondemos todos los servidores públicos de la Secretaría de Gobernación”.

Desconozco si, en efecto, Osorio Chong es todo lo que Márquez Montes afirma que es. Lo que sí se es que éste fue el coordinador de asesores cuando aquel fue gobernador de Hidalgo y seguramente le debe, en gran medida, lo que hoy ha logrado en su vida.

Lo que sí me queda claro es que la lambisconería vulgar del oficial mayor no puede ocultar lo evidente: el casi exsecretario de Gobernación no es una versión contemporánea de Juárez y que en el cargo que está abandonando, para tratar de ser senador durante los próximos 12 años, no entregó los resultados que el presidente Enrique Peña Nieto y México esperaban de él. El fracaso del actual gobierno en su lucha contra la delincuencia es la mejor evidencia de que Osorio Chong, siendo el responsable de diseñar e instrumentar los programas para mejorar la seguridad pública en el país, les falló a los mexicanos.

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