La mascarada de Lorenzo Córdova Vianello

 

Hasta ahora solamente se ha dedicado a contemplar la serie de violaciones a la ley que organiza todos los días el señor Andrés Manuel López Obrador


Hay algo que ha comenzado a preocupar a los servicios de inteligencia del país, y que tiene que ver mucho con la elección presidencial del año venidero.

El titular del Instituto Federal Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, comenzó con la mascarada electoral que tiene preparada para el año venidero, en el entendido de que una mascarada no es otra cosa más que una comparsa de personas enmascaradas, o un engaño o fingimiento preparados para ocultar una cosa.

Y digo que tiene preparada una mascarada, porque hasta ahora solamente se ha dedicado a contemplar la serie de violaciones a la ley que organiza todos los días el señor Andrés Manuel López Obrador sin que haya recibido siquiera, hasta ahora, una amonestación de forma verbal, o un proceso de conminación de respeto a la letra de la ley. Desconozco si el señor Lorenzo Córdova Vianello es fan del tabasqueño, o simplemente se ha contentado con permitirle que haga lo que le venga en gana. Lo cierto es que el principal integrante del árbitro electoral no le está cumpliendo a los mexicanos con el juramento que hizo de conducirse con honestidad, transparencia, y respetando la legalidad y la letra de la Constitución.

Hasta ahora ha sido contemplativo de los excesos del líder del Movimiento de Regeneración Nacional, quien acostumbra pasarse las disposiciones por el arco del triunfo cuando de hacer campaña fuera de la ley se trata. Bueno, para decirlo mejor, nunca nadie se ha atrevido a hacerlo. Por eso hablo de la mascarada del titular de la presidencia del Instituto Federal Electoral, y los integrantes de un consejo que está realizando un ejercicio similar cuando Jaime Cárdenas, Santiago Creel y sus compañeros consejeros decidieron que había llegado la hora de que el Partido Acción Nacional llegara al poder en México.

Me preocuparía mucho que desde ahora los integrantes del Consejo General del Instituto Federal Electoral piensen en suplantar la voluntad popular de los mexicanos. Y no se trata de hacer una defensa del tricolor que para mañas se pinta solo, simplemente es que los mexicanos no merecemos que sean unas cuantas voluntades las que decidan quién nos debe gobernar o quiénes tienen que ganar una elección. Durante el banderazo de las precampañas, el señor Córdova Vianello aseguró que el Instituto Electoral está listo para asegurar la legalidad y certeza del proceso electoral, que además se realiza con la participación de la ciudadanía.

Me parece que intentar esconder sus preferencias en los ciudadanos que participarán en la organización de la elección no es más que una forma de esconder su simpatía o permisibilidad al dirigente, caudillo y candidato del Movimiento de Regeneración Nacional.

La equidad de la contienda sería una realidad si el señor Córdova se hubiera dedicado hace tiempo a imponer la ley y evitar los excesos cometidos por el Hombre de Macuspana, quien lleva muchos años haciendo campaña permanente con la complicidad de la autoridad electoral.

No sé si sea miedo o complacencia, pero hacerlo de esta manera no es más que un brutal asalto a la conciencia colectiva de los mexicanos.

Ojalá la autoridad electoral deje de pensar que ellos son los hombres y mujeres predestinados para decidir por nosotros, porque cometerían un brutal fraude a la conciencia colectiva de los mexicanos. Que gane el mejor, pero en igualdad de condiciones. Al tiempo.