La noche de las ideas

 

El Museo Tamayo fue la sede para que artistas, escritores, activistas y ciudadanos compartieran y debatieran


Si existe una ciudad donde tengan todo el sentido las charlas de café, esa es París.

Nada más parisino que el aperitivo vespertino (aperó) y las acaloradas conversaciones que se dan con más frecuencia en la barra que en las terrazas de los bares y bistrós, eso claro porque la diferencia de precio entre lo que se consume en la barra y lo que se pide al mesero en la mesa de una terraza es considerable.

En esos momentos de discusión está mucho del encanto de la cultura del debate a la francesa. En Francia la democracia es cosa seria. Y la visión de lo que significa tal concepto no se reduce a unas votaciones o a una forma de gobierno. Los franceses, y particularmente los parisinos, llevan eso a su estilo de vida, de ahí que el debate sea algo importante en su formación, desde pequeños.

Cuento esto porque ayer se vivió en la Ciudad de México, como en otras ciudades del mundo, la “Noche de las Ideas”. El Museo Tamayo fue la sede para que artistas, escritores, activistas y ciudadanos compartieran y debatieran, desde sus respectivas trincheras, un tema por demás espinoso en estos días: un mundo común.

Cuarenta países en 16 husos horarios diferentes se sumaron al llamado global que se hizo desde París y organizaron una serie de debates y encuentros en los que participaron artistas, investigadores y filósofos para reflexionar en torno a temas como el medio ambiente, las fronteras, los flujos digitales o las ciudades sostenibles.

Fue Tokio donde se marcó la salida para este maratón de debates e intercambio de ideas y manifestaciones de arte y reflexión. Allá, del otro lado del mundo, se organizó la Noche de los Océanos. La última ciudad en sumarse fue Los Ángeles, donde se bautizó como La Noche de las Utopías. Así, de norte a sur, desde Varsovia, Helsinki o Estocolmo, hasta Johannesburgo o Buenos Aires, pasando por supuesto por la Ciudad de México, muchos tuvimos la oportunidad de gritarle al mundo con nuestra presencia que habemos quienes aún creemos en la esperanza de las ideas, el debate y el pensamiento humano por un mundo menos hostil para todas las personas.