La tiranía de “lo culto”

PUEBLA, PUEBLA, 24AGOSTO2013.- Segundo día de actividades del 4° encuentro intercultural de danza y música indígena en donde participan representantes de 24 etnias de la República, entre ellos nahuas, chichimeca, otomíes, mayas y papai. Además el festival cuenta también con exposición museográfica, venta de artesanías y consulta de médicos tradicionales. FOTO: HILDA RÍOS / CUARTOSCURO.COM 

Lo importante no es la etiqueta, ni el presupuesto de un acto considerado o no como “cultural” sino lo que deja en cada persona


Cuando la gente utiliza la palabra “culta” como un adjetivo siento un poco de pena ajena. Es casi tan absurdo como cuando se utiliza la palabra “normal” para calificar a alguien. Creo firmemente que no hay quien pueda definir lo que es “normal”, como tampoco lo que es “culto”.

Y es que finalmente, en su más amplia definición, la cultura es todo quehacer humano, lo mismo involucra la magna obra sinfónica de un compositor, que una improvisada sesión de jazz al aire libre, un platillo de alta cocina o una comparsa en medio de una fiesta patronal.

A final de cuentas, lo importante no es la etiqueta, ni el presupuesto de un acto considerado o no como “cultural” sino lo que deja en cada persona.

El legado entonces, se trata de algo mucho más simple. Se trata de experiencias. Y justo de eso, de las experiencias alrededor de la cultura en su expresión más cotidiana tratará este espacio. Aquí no se tratará de teorizar, ni de criticar o establecer verdades, sino de algo mucho más simple y a la vez más universal: del primitivo acto de compartir anécdotas.

Semana tras semana, los invitaré a explorar paisajes hechos con recuerdos, aplausos, sabores y sensaciones que cualquiera puede experimentar, cuando se decide a explorar su alrededor con los sentidos encendidos.

Una experiencia cultural puede ser tan simple como encontrar la belleza en ese rascacielos que no habías mirado por estar absorto en medio del tráfico de la gran ciudad, o simplemente olvidarte de todo y romper la rutina para escuchar un nuevo género musical o bailar con desconocidos.

A veces la experiencia puede no ser tan grata, como cuando te das cuenta que las becas siempre caen en las mismas manos o que no hay suficientes actividades accesibles para todas las personas y es de eso, de todo aquello que nos pueda representar una anécdota y una reflexión, de lo que hablaremos en este nuevo espacio, donde dibujaremos con palabras, nuevos paisajes que se rebelan en contra del asfixiante corsé de las etiquetas.