La trampa ciudadana

 

El frente quiere utilizar a las instituciones civiles


El Frente Ciudadano por México tan feliz de consolidarse, tan convencido el presidente del PAN de que no hay quien le quite la candidatura de esa alianza y tan seguros de que están haciendo historia; han sufrido una serie de reveses casi secretos que demuestran lo que están haciendo realmente.

Y es que, no sólo ya no resulta concebible en el PAN que alguien que no sea su presidente se convierta en el candidato, sino que haciendo esa salvaguarda en la que a Mancera hay que darle algo muy importante, tal vez la Fiscalía, sobre todo porque es fácil prometer algo que aún no existe; Anaya no tiene ninguna duda de que el frente es suyo y es para él.

Por eso es una pena la llamada que recibieron de los que también se creen los verdaderos dueños del control ciudadano sobre la muy corrupta y desacreditada política.

Y es que, hace poco el activista tan excelso Claudio X. González Guajardo –fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad–, quien ha sido investigado y amenazado por el gobierno de Peña Nieto por exigir una política más firme contra la corrupción, le envió un mensaje al Frente Ciudadano en el que hay dos aspectos que no debemos ignorar.

Primero, que eso no es un frente ciudadano, puesto que se conforma por partidos políticos donde los firmantes del movimiento se apropiaron de manera indebida de la definición de ciudadano.

Y segundo, que para continuar con buenas relaciones y seguirse apoyando en esto que es tan necesario articular por encima de la corrupción política, exigen participar, saber qué cargos tendrán y lo que es más importante, le sugieren a los políticos no darle más vueltas, porque si lo que quieren realmente es ganar las elecciones entonces deben poner a un candidato ciudadano al frente y olvidarse de los partidos.

Y ya que eso está en marcha, ¿por qué vamos a buscar más? Si ya tenemos al propio perseguido por EPN y referenciado hasta por el New York Times, que no está a disposición de las empresas, pero sí de los países. Por lo tanto, estamos listos para proceder a la limpieza y al cambio que pueda darle al país un nuevo amanecer.

El frente quiere utilizar a las instituciones civiles, sin embargo, ellas no quieren mezclarse en política. Pero la verdad del cuento es que ambos grupos se están condenando a un juego en el que se contradice y se vulnera el espíritu que les dio origen.

Ahora Anaya tiene un problema que no radica en sus compañeros de partido o en lo que pueda dar o no el PRD, sino en aquellos que le transmiten sus exigencias para legitimarlo y para seguir construyendo juntos un camino por etapas contra la clase política, me refiero, a los propios creadores de los movimientos ciudadanos.

@antonio_navalon