Las elecciones en Alabama y sus misterios sin resolver

El triunfo de Doug Jones en las elecciones para senador en Alabama, es una derrota para el radicalismo representado por Donald Trump. Ese estado tendrá, por primera vez en 20 años a un senador demócrata. Sin embargo, lo que puede leerse como una buena noticia para la causa liberal estadounidense, también puede leerse como una muestra de lo arraigadas que están las posturas extremistas e intolerantes en la Unión Americana. El candidato derrotado, el juez republicano Roy Moore, es un conocido racista que abiertamente le llama a los nativos americanos y a los asiáticos, rojos y amarillos, respectivamente. Es un fanático religioso para el que la religión debe estar por encima del gobierno y los fundamentos cristianos deberían guiar todos los aspectos de la vida social.

En este sentido obviamente no tolera la homosexualidad y condena fervientemente la “sodomía”. En pocas palabras Moore fue un emisario del siglo XII queriendo ser senador en pleno siglo XXI. A todo esto hay que añadir que recientemente fue convincentemente acusado de abuso sexual por al menos cuatro mujeres, lo que se volvió un escándalo durante la campaña, y que recibió un enérgico y total apoyo de los impresentables Donald Trump y Steve Bannon, y a pesar de todo ello fue derrotado por su contrincante Doug Jones por menos de un punto porcentual de diferencia. Con todos estos antecedentes queda claro que la incógnita recae en qué rayos tienen en la cabeza los que integran 48.8 por ciento del electorado de Alabama que votó por él.