Las historias

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Los encargados de hacer acuerdos con agrupaciones brillaron por su ausencia y en más de tres ocasiones hubo la necesidad de ir por ellos a sus domicilios, porque nada más no salían, andaban fingiendo que trabajaban y a la hora buena hasta se escondieron…


El Pico del Pollo |

Por Alfredo Albíter Sánchez 

Las historias

Cuántas historias -que están por convertirse en leyendas urbanas- surgirán en estos días, más, después de entregarse constancias de mayoría. Te explicamos alado jefe; muchos aguantaron vara, porque había una posibilidad, quizás la mínima, pero finalmente una muy pequeña luz que podría cambiar la historia escrita el domingo. 

Bueno, pues al no darse esto, entonces salió a flote el rencor, el dolor de quienes se quedaron a unos cuantos votos -ellos y ellas- y así surgieron decenas, quizás un poco más de versiones cuyo final es “me tranzaron”, el equivalente a “iba a ser un gran jugador de un equipo de primera división en México, pero me amolé la rodilla”, algo así me imagino…

Sin embargo, no me deja de asombrar lo pesadito que se llevan y más aún, el cómo se disparan las culpas entre quienes hasta el sábado, por decir un día, se juraban amor eterno y más si se conseguía el triunfo como todo parecía que sería…

El coordinador es el responsable, porque nunca tuvo los hilos de la campaña y siempre trajo una “agenda” muy complicada para todos, incluso para la o el candidato que no se daba el tiempo necesario para atender a los compañeros, a los colectivos y a las asociaciones, esas mismas que a la hora de la hora ya no quisieron jalar con nosotros…

Otro muy recurrente, fue aquello de no bajaron los recursos necesarios, siempre se estuvo muy limitado y hasta salimos como las gallinas, todos “pusimos” de nuestro dinero con tal de sacar las cosas, porque en el “bunker” o casa de campaña nada más la misma cantaleta, “la próxima semana ya baja el recurso y nos ponemos a mano con todos”… 

Los encargados de hacer acuerdos con agrupaciones brillaron por su ausencia y en más de tres ocasiones hubo la necesidad de ir por ellos a sus domicilios, porque nada más no salían, andaban fingiendo que trabajaban y a la hora buena hasta se escondieron…

Bueno, pero los alcaldes y alcaldesas ayudaron ¿no?, fue lo primero que se me ocurrió preguntar. Pues fíjate que no, fue la respuesta, bueno uno en especial del cual ya te daremos pelos y señales y mira que no se les pedía nada fuera de la Ley, sólo que apoyaran con trabajos que eran percibidos como gestión de nosotros, de colegas, de compañeros y por supuesto de militantes del mismo color, pero pues no, lo que se recibieron fueron rotundas respuestas de miedo, de personas timoratas, de asustados y asustadas personajes que se sentían vigilados hasta por la KGB -y eso que dicen ya no existe-, así de pequeños fueron, así de pequeñas se comportaron, así abandonaron a su suerte a sus correligionarios, porque pues nada les debían ni a ellos, ni a nadie. ¿Neta? Lo prometemos alado, más miedosos que un bebé ante la sombra de su juguete preferido, así actuaron. 

Quizás no hubiésemos ganado, esto también hay que decirlo, pero vaya que se lo hubiéramos complicado y claro, en una de esas hasta les diéramos la vuelta. Había posibilidades y muchas en algunos lugares. Ya le seguimos.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen, las lluvias ya dejaron ver el abandono en que se había dejado el sistema de recolección de aguas por parte de los organismos encargados del ramo. 

Claro, el pretexto de la veda electoral también les alcanzó y ahora en varios sitios de Toluca y Metepec los “encharcamientos”, estuvieron a punto de convertirse en albercas olímpicas…

Aunque el INEGI diga lo contrario, por hoy, cierro pico. Shalom. 

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RGH