Legal e ilegítimo

 

Si algo hay que enfatizar es el hecho de la legalidad de la propuesta del Presidente de la República


Se dice que algo adquiere el carácter de legal cuando presenta un estado conforme a lo que mandata la ley o que está establecido en ella. Por el contrario, algo es ilegal cuando no está permitido por la ley o simplemente está en una situación que va en contra de la ley. Por lo que corresponde a la legitimidad, se dice que se presenta esta particularidad porque es algo que se ha hecho conforme a la ley o el derecho, o porque está de acuerdo con la razón o con lo que se considera justo o razonable.

Estas circunstancias son las que han centrado poderosamente la atención en los últimos días en función de los nombramientos realizados por el presidente Enrique Peña Nieto, para que la exprocuradora Arely Gómez pase a ocupar la titularidad de la Secretaría de la Función Pública, y el senador Raúl Cervantes encabece la Procuraduría General de Justicia de la nación. Como en ocasiones anteriores, las críticas no se  hicieron esperar, y a fuerza de ser sincero esta medida puede ser todo lo legal que se quiera, pero quizá no sea legítima.

Si algo hay que enfatizar es el hecho de la legalidad de la propuesta del Presidente de la República y también la ratificación que realiza el Senado porque ambas instancias son autoridades competentes para ello y tienen las facultades que les permite realizar el acto de propuesta y el de aceptación de la propuesta. Tanto el señor Cervantes como la señora Gómez son ampliamente conocidos por los integrantes de la Cámara alta, ya que ambos han pertenecido a ese cuerpo legislativo. Por eso no debe extrañarnos la prontitud de la ratificación de ambos, quienes pasaron la aduana sin cuestionamientos.

Hasta ahí las cosas se desarrollaron dentro de la normalidad legal, pero la pregunta que todos nos hacemos es si esta legalidad cuenta con la legitimidad suficiente porque pareciera que el presidente Enrique Peña Nieto busca que los nombramientos trasciendan más allá de lo que durará su sexenio. A decir de los especialistas en derecho administrativo, ambos resultarán trascendentales a la hora de los cuestionamientos y posibles acusaciones contra Enrique Peña Nieto en su carácter de expresidente de la República.

Raúl Cervantes estará poco tiempo como procurador General porque la dependencia se transformará en Fiscalía General de la Nación, con autonomía y presupuesto propio, y lo previsible es que busque ser ratificado para un periodo, lo que le permitirá estar al frente de una y otra dependencia al menos nueve años. Arely Gómez también buscará trascender el sexenio de forma legal, pero la pregunta en ambos casos será: ¿Es legítimo hacerlo?

Desde luego que no es legítimo hacerlo, pero lo harán porque de lo que se trata es de cuidar la salida del hombre que les permitió encumbrarse de manera tranquila y sin sobresaltos. Decía Juan Jacobo Rousseau que “el hombre es naturalmente bueno, es la sociedad la que lo corrompe”.

También cabe otra cita, pero de Nicolás Maquiavelo: “el hombre es malo por naturaleza, a menos que le precisen a ser bueno”. Como señale, será todo lo legal que se quiera, pero no será todo lo legítimo que se busque. Al tiempo.