Miras cortas

 

El león no es komo lo pintan


EL LEÓN NO ES KOMO LO PINTAN

Que en 2013 cuando investigadores de la Universidad Carlos III de España anunciaron el desarrollo de esta monada para combatir la contaminación ambiental.

Es un aparato similar a un radar que a distancia y mediante rayos infrarrojos detecta las emisiones contaminantes de los coches en movimiento y permitirá desarrollar una estrategia integral en, por lo menos, tres etapas. Primera: identificar y regular a los vehículos fuera de norma. Segunda: crear políticas concretas que faciliten su identificación.

Y tercera: reducir las emisiones de tráfico y, al mismo tiempo, aumentando la eficiencia energética, y se podrán adoptar, además, medidas como variar los límites de velocidad en vías de alta capacidad de entrada y salida en las grandes ciudades. Este trabajo, diseñado y avalado por científicos, fue apoyado por el gobierno español, que lo hizo visible para China y Estados Unidos donde ya compraron varios modelos.

El objetivo ahora es desarrollar proyectos de política pública mucho más afectivos contra la contaminación que permitan a los países pegarle a dos cosas: por un lado, al rezago que mantienen frente a los compromisos adoptados con la ONU en la materia y, por el otro, desarrollar políticas públicas contundentes que hagan de esto una acción coordinada entre gobierno-sociedad-empresas, cambiando hábitos, eliminando resistencias económicas y culturales que impiden adoptar acciones de gobierno eficaces.

Pero el león no es komo lo pintan y parece que en México además, es corto de miras. Desde el 1 de julio con algunos equipos para medir contaminantes en vehículos en movimiento, se pretende atender un universo diario de 7 mil coches, nada para 5 millones de carros, sólo en CDMX –hay que sumar al del resto de la megalópolis. No hay estrategia ni proyección, ni asesoría científica, nada que respalde una medida tomada sobre las rodillas… que nació muerta.