“Los Borgia”

 

Uno de los 266 papas de la Iglesia, en particular, puede ser que sea el más famoso aunque el menos conocido; se trata de Alejandro VI, por cuyo nombre en el siglo, Rodrigo Borgia, sí se le identifica. De apellido Borgia -italianizado del español Borja- hubo dos papas, Calixto III y Alejandro VI, y también […]


Uno de los 266 papas de la Iglesia, en particular, puede ser que sea el más famoso aunque el menos conocido; se trata de Alejandro VI, por cuyo nombre en el siglo, Rodrigo Borgia, sí se le identifica.

De apellido Borgia -italianizado del español Borja- hubo dos papas, Calixto III y Alejandro VI, y también un sacerdote jesuita, san Francisco de Borja, tercer Superior General de la Compañía de Jesús, de probada santidad.

A los papas Borja la historia no los ha juzgado tan mal como lo hicieron sus contemporáneos, primero; la literatura fantástica, después; y luego el cine y la televisión. Han sido despojados de su fama y prestigio, se ha ignorado su arrojo y valentía; se les ha denostado.

Ambos nacieron en España y en su origen llevaron sus culpas, pues ante una curia romana y un colegio cardenalicio mayoritariamente italianizados, ambos tuvieron que conferir cargos a sus familiares, cosa que le atrajo acusaciones de nepotismo.

El pontificado de Calixto III, el papa número 209 de la Iglesia, de nombre Alonso de Borja, que duró tres años y cuatro meses, del 1 de abril de 1455 al 6 de agosto de 1458, se caracterizó por evitar la invasión musulmana y por la organización de la Europa cristiana para detener la invasión de los turcos que ya habían tomado Constantinopla dos años atrás, en 1453. Su pontificado, en el que abrió la revisión del juicio de Juana de Arco, proclamándose su inocencia y santidad, fue un pontificado recto y sin tacha, de elevados ideales, valentía, energía y perseverancia; y si en algo falló en sus prevenciones a la invasión musulmana, no fue suya la culpas tanto como de los monarcas que no atendieron sus planes.

El pontificado de Alejandro VI, el papa número 214 de la Iglesia, de nombre Rodrigo de Borja, duró 11 años y una semana, del 9 de agosto de 1492 al 18 de agosto de 1503. Fue hijo de Isabel de Borja, hermana de Calixto III. De brillante inteligencia, obtuvo el doctorado en Derecho por la universidad de Bolonia a los 25 años de edad. Con una dama romana, Vannoza Catanei, tuvo cuatro hijos: Juan, César, Lucrecia y Jofré. Su tío lo creo cardenal en un tiempo en el que el cardenalato no implicaba el estado clerical ni el celibato, sino ser asesor del Romano Pontífice. Como cardenal vicecanciller de la Iglesia sirvió a Pío II, Pablo II, Sixto IV e Inocencio VIII, tras cuya muerte resultó electo su sucesor, naturalmente por su autoridad de servicio, y luego recibió la ordenación sacerdotal y episcopal, sin dejar por ello, de ser padre de sus hijos.

Fue durante su papado que América fue descubierta y concretada la conquista de México por parte de los “Reyes católicos”, a quienes impidió esclavizar a los naturales de la Nueva España, a donde envió misioneros y presentó la bula Inter Caetera, de 1493, en la que sancionó la partición de las tierras del Nuevo Mundo entre España y Portugal. Miguel Ángel Buonarroti esculpió La Piedad durante este tiempo.

Parte de la denostación de los papas Borgia consistió en que no recibieron dignos funerales y en que sus restos se mantengan muy olvidados en la iglesia española de Santa María de Monserrat, en Roma.