Los Dreamers y la Soberanía

 

Trump dejaría desprotegidos a 800 mil jóvenes indocumentados


Donald Trump, todos sabemos, es xenófobo, racista, bravucón y malvado; ahora debemos agregarle los epítetos de inhumano, desalmado y sin corazón, ya que todo indica pondrá fin al programa migratorio conocido como DACA.

En unas horas, el presidente de los Estados Unidos, dejaría desprotegidos alrededor de 800 mil jóvenes indocumentados, que llegaron a nuestro vecino país cuando eran niños.

Los dreamers, están por allá, bajo la todavía protección de un programa creado por el Departamento de Seguridad Nacional de la Unión Americana, el 15 de junio de 2012, bajo el gobierno de Barack Obama; pero el DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) está a punto de desaparecer, por el odio que nos tiene uno de los hombres más poderosos del planeta.

Con DACA nuestros chavos indocumentados tienen trabajos temporales, número de seguro social, identificación del estado, licencia para conducir y seguro médico.

¿Qué pasaría se se da este siniestro anuncio?

Pues centenas de miles de jóvenes, muchos de ellos de origen mexicano, después de conocer la orden ejecutiva tendrán que abandonar Estados Unidos y los que poseen trabajo, esperar a que concluyan sus contratos, para después decirle adiós al american dream (sueño americano).

Durante la campaña Trump prometió desaparecer DACA, pero los analistas pronosticaron que se tocaría el corazón al llegar a la Casa Blanca; en unas horas sabremos qué pasará.

Afortunadamente tiene fuertes resistencias, como la del líder republicano, Paul Ryan (presidente de la Cámara Baja), quien asegura que este es un tema del Congreso y no de un deseo perverso del titular del Ejecutivo.

Por eso festejamos el saludo del presidente Peña Nieto, desde el Palacio Nacional, en el marco de su Quinto Informe de Gobierno, a todos los “soñadores”. Mínimo que sepan que en su país estamos con todos ellos.

El mensaje cariñoso a los dreamers y la reiteración de que no negociaremos el NAFTA (TLCAN) exponiendo nuestra soberanía, fue lo más importante, sensible y destacado del mensaje presidencial sabatino.