Los ex presidente al banquillo

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Los analistas consideran que la consulta ciudadana tiene más un tinte mediático que de profundidad jurídica, ya que no tiene injerencia en asuntos penales, además de que la pregunta es muy general.


Dobleces |

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

A 25 días de la consulta popular para llevar a los expresidentes, Carlos SalinasErnesto ZedilloVicente Fox y Enrique Peña Nieto se ven más tropiezos y pocos pasos firmes. Los 500 millones de pesos invertidos para conocer la opinión de los ciudadanos sobre si se debe enjuiciar a personajes políticos del pasado; así como esperar 38 millones de votos para que sea vinculante, forman parte de una jugada complicada para el INE y con ello revivir su confrontación con el partido en el poder.

En los próximos 15 días, el tema de la consulta será el combustible que utilizará el Morena para retomar su papel de “superioridad moral”. Es a final de cuentas, el maniqueísmo exacerbado de la cuatroté.

La consulta será más un ejercicio de participación ciudadana en la mejor evaluación que se tenga y una válvula de escape para ratificar el coraje a los históricos partidos que ostentaron el poder presidencia en los últimos 80 años.

Los detalles finos son los que se encuentran debajo de este tamizaje. La consulta popular no es vinculatoria en temas de carácter penal. Sólo es el escaparate para llevar al linchamiento mediático la figura de los expresidentes.

La cuatroté y sus voceros utilizan este evento como un hecho histórico, pero es estéril en la práctica del ejercicio de la justicia. Para enjuiciar a un expresidente o a cualquier persona que haya tenido un cargo no se necesita ningún tipo de consulta, procedimiento de desafuero, juicio de procedencia ni nada por el estilo, tanto los expresidentes como los exfuncionarios públicos dejan de tener cualquier tipo de protección constitucional en el momento en el que dejan el cargo y se presenta una denuncia. Ese es el principio elemental y al que el partido en el poder no ha recurrido.

Los analistas consideran que la consulta ciudadana tiene más un tinte mediático que de profundidad jurídica, ya que no tiene injerencia en asuntos penales, además de que la pregunta es muy general.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concluyó que en la pregunta caben expresidentes, funcionarios de alto nivel, presidentes municipales, gobernadores y personajes de los que en la actualidad se define como personajes del periodo neoliberal. Aunque en la ironía, es que Manuel Bartlett es uno de los personajes que mejor encaran el periodo neoliberal y de fraudes electorales.

El riesgo que no ha medido Lorenzo Córdova Vianello es que después de una buena imagen del INE tras los comicios del 6 de junio, la consulta puede revertir la imagen y volver a ser el blanco de ataque de la cuatroté. La consulta ciudadana genera un desvío de la atención en momentos en los que se deberían de discutir asuntos más trascendentales para el país.

Llevar a cabo un juicio político es muy complicado porque hay muchos mecanismos que impiden los acuerdos en este sentido, ya que los personajes en cuestión suelen pertenecer a algún grupo político. Sin embargo, la cuatroté está dispuesta a llevar a los expresidentes al banquillo, aunque sea mediático, pero de que se esperar con ello debilitar a los opositores es la apuesta.