Los peligros del populismo

 

El populismo alienta una movilización social en nombre del Gobierno


La cumbre de líderes de América del Norte se convirtió en el punto de inflexión de lo que será el futuro de la economía y la política si se corre el riesgo de votar por personajes populistas.

En este contexto Peña Nieto advirtió de los peligros del populismo en un mundo globalizado y defendió una comparación que hizo este año de Donald Trump con Adolf Hitler y Benito Mussolini.

Y es que desde el punto de vista económico es posible acotar al populismo ya que se trata de un modelo que promueven el crecimiento económico sin tomar en cuenta las restricciones que impone la macroeconomía.

Al priorizar el crecimiento del consumo sin preocuparse por el grado de utilización de la capacidad instalada, la política monetaria y fiscal adquieren un marcado sesgo procíclico que fogonea la inflación.

Según los analistas, la historia demuestra que el fracaso del populismo económico se origina en que las tensiones que genera acaban –a la corta o a la larga– frustrando el crecimiento que intenta promover. Además de provocar un alto grado de polarización en la sociedad porque los temas son abordados de manera facciosa. Según las experiencias internacionales es un modelo insostenible en el largo plazo, el populismo económico tiene varias etapas entre su adopción y su inevitable fracaso.

Los analistas advierten que después de observar la experiencia populista en varios países de América Latina, el populismo alienta una movilización social en nombre del Gobierno, hace un uso masivo de la propaganda que glorifica ciertos usos políticos, símbolos y prácticas de marketing para fomentar los sentimientos de los votantes, y con frecuencia recurre a una retórica que llama a la lucha de clases. Bajo estos conceptos se traza un modelo de gobierno atractivo a primera vista; sin embargo, en el futuro comienza a distorsionar la vida política interna de un país y ello lo lleva a la radicalización.

Incluso un gobierno populista puede transformar al país en una nación plenamente autoritaria, en la que no hay más discursos y opiniones que las de su promotor quien suele ser una figura que se mueve como caudillo.

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@drcamartinez