Más huracanes en 2017

 

Las acciones de vigilancia, mitigación y seguimiento son deficientes


El clima está cambiando rápidamente. Las mediciones científicas así lo confirman.

Para el caso de México el más reciente ajuste se hizo hace unos días.

Meteorólogos detectaron un incremento significativo en la temperatura de los mares, y cambios en los patrones de vientos, que obligaron a advertir sobre un mayor número de tormentas tropicales. Ahora calculan 33 y no 27; hasta 18 y no 16 en el Pacífico, 15 y no 11 en el Atlántico. Las mayores tormentas estarán aquí entre septiembre y octubre.

Y aunque no toquen territorio nacional, sus efectos sí causarán estragos tierra adentro. Cuando lleguen las lluvias copiosas y prolongadas encontrarán un suelo saturado por una temporada de precipitaciones abundantes, y poco sol, que han minado la resistencia de la infraestructura urbana en varias puntos del país. Los sitios más irregulares se convierten en trampas mortales para sus habitantes, asentados ahí tras décadas de corrupción y descuido. Pero el león no es komo lo pitan y el riesgo ya no es exclusivo de puntos relegados. Hasta el área más densamente poblada del país, la ZMVM, está en “alta vulnerabilidad” y sometida por el caso, incluso con lluvias “normales”. Tenemos uno de los sistemas de protección civil más robustos y eficientes del planeta.

Intervienen el Ejército y servicios de alertamiento de avanzada. Pero las acciones de vigilancia, mitigación y seguimiento que corren por cuenta de los niveles más bajos de gobierno -municipal o equivalente-, son tan deficientes, que han dejado al ciudadano de a pie a su suerte. Y mientras, integrantes de la Federación parece que aún se preguntan: ¿El cambio climático realmente agravará el impacto de huracanes en el país? Los científicos responden: México es, ha sido y será, el país más afectado por estos fenómenos en el mundo.

@MarioALeon