Nueva droga de moda

 

Dicen que el placer que causa supera al de la cocaína


Fumada, inyectada o inhalada. Estas “opciones” de consumo encumbraron a la flakka en el mercado de drogas en la Unión Americana. Los que saben dicen que el placer que causa supera al de la cocaína, pero sus efectos: euforia sumada a alta temperatura corporal y fuerza física real desmedida, alertan a la policía. Y hay casos que documentan el temor. Entre ellos el de un hombre que arrancó la puerta anticiclones de un condado en la Florida luego de haberla consumido.

O las varias mujeres que corrieron sin control desnudas por las calles. Claro que a mayor estímulo, mayor daño. Sus sales doblan y atrofian las moléculas en la superficie de las neuronas que mantienen los niveles de los neurotransmisores que regulan el comportamiento, así como la dopamina y la serotonina, igual que la cocaína y la metanfetamina, pero por periodos más prolongados y, en algunos casos, permanentes, según especialistas.

Surgió como familia de los MDVP o sales de baño que fueron prohibidas en Estados Unidos en 2012. Pero para esta versión no hay legislación y con una etiqueta de “no apta para el consumo humano” se vende de manera legal entre cinco y tres dólares la dosis. El drama se agudiza para los que han sobrevivido y dependen de su uso como parte de un tratamiento que terminará por destruir sus riñones también. Se pensaba que la flakka traída de China no saldría de Florida, pero hoy se consume en Alabama, Mississippi y Nueva Jersey. Y cómo el león no es komo lo pintan apostaban que tampoco llegaría a México, pero autoridades ya alertan sobre su distribución y consumo. De hecho, ya es investigada como causa de defunciones.

El caso más sonado es la muerte de la modelo colombiana Stephanie Magón.

@MarioALeon