Medios necesarios

 

Mal asunto cuando la autoridad es parte del problema


Héctor de Mauleón ha dado a conocer múltiples veces, aun a costa de su integridad, datos y ubicaciones de grupos delictivos hasta entonces impunes. Así desenmascaró a una banda de invasores de predios y extorsionadores, atrincherados en una casa de la Condesa, donde mantenían guardias violentas y almacenaban armas.

Fue también el primero en referir y dar coordenadas del Cártel de Tláhuac, negado hasta el cansancio por la autoridad local hasta que las evidencias, y los intereses electorales, lo hicieron aceptarlo.

Ciro Gómez Leyva estremeció a su audiencia dando a conocer las brutales imágenes de tortura a presos por parte de otro de ellos, solapado por los mandos del penal Neza Bordo, resultando su traslado a una prisión de alta seguridad, donde siempre debió estar.

Después, dio a conocer una incursión armada de policías oaxaqueños a una comunidad que saquearon, negada inicialmente por sus jefes hasta que el peso de las imágenes los hizo aceptar el hecho y, presuntamente, investigarlos.

Ricardo Raphael suele abordar temas de impunidad y abuso, siempre aportando elementos de convicción, cuyo resultado ha sido el castigo de los responsables. Salvador García Soto, Jesús Silva-Herzog, Roberto Zamarripa, Eduardo Huchím, Alejandro Hope, entre muchos otros, hacen lo mismo en sus respectivos temas de especialidad, y logran frecuentemente mover al elefante artrítico de la justicia, impelido de actuar ante sus denuncias y la presión pública que generan. Medios completos como CAPITAL MÉXICO, Reforma, La Jornada, Proceso, asumen también este papel.

La pregunta obligada es ¿y si no hubieran denunciado? La impunidad seguiría campeando a vista y paciencia de quienes deben combatir el delito. Son ciegos y sordos ante el predominio de su interés personal y económico. Así de contundente. Lo malo es que otros cientos de casos no publicitados siguen sin castigo.

Mal asunto cuando la autoridad es parte del problema.

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