México no teme a EU, ¡Ya basta!

 

Este 5 de abril, quedará en la historia de las relaciones con el inevitable hasta que la Tierra dure, vecino del norte


Este 5 de abril, quedará en la historia de las relaciones con el inevitable hasta que la Tierra dure, vecino del norte.

Donald Trump se ha convertido o más bien se ha abierto como la persona que es.

Frustrado, amargado, de fijación contra México y un no confiable socio comercial.

Desde hace por lo menos cuatro días y a partir de que uno de sus más “confiables” medios de comunicación publicó que una numerosa caravana de centroamericanos, hondureños para ser exactos, se dirigía a la Unión Americana y que eran indocumentados que “invadirían” la tierra del Tío Sam, como si se tratara de turbas multitudinarias o marabunta, Trump montó en cólera y comenzó a través de su vocero, el pájaro azul, a arremeter contra nuestro país de que si no detenía esa marcha, no habría TLC, que el programa DACA, de protección a estudiantes y trabajadores, de los cuales hay 800 mil mexicanos se suspendería abruptamente y que militarizaría la frontera, un giro peligroso e insultante para su principal socio comercial, o sea nosotros.

Las cosas no terminaron ahí, en tono majadero, que bien sabe serlo el exmagnate inmobiliario, continuó insultando a nuestros paisanos y a México.

Sí, a este país que evita que la droga llegue al mercado de mayor consumo del mundo, con testigos de la DEA, incinerándola en gigantes piras donde se consumen cocaína, marihuana, anfetaminas y cuanto veneno se imagine usted, amigo lector, primero, por seguridad nacional y luego por una cooperación con nuestro irremediable vecino del norte. A esta nación a la que se le ofreció en un Plan Mérida apoyarla con helicópteros, armas e incluso dinero, pero que resultó al final un programa incompleto, eso sí, sin que México dejara en ningún momento de efectuar aprehensiones, deportaciones, decomisos y aseguramientos de armas que, por si fuera poco, se las venden los norteamericanos a los cárteles.

Con todo lo anterior y poniendo sobre todo la defensa de México, la unidad que logró el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, quien en tono firme le dijo a Trump que México no negociará con miedo y que no permitirá un trato indigno, marcó una grandeza de país que tiene muchos problemas y defectos, pero que en principio no hace su política migratoria a dictado de nadie. México, detiene y regresa a un muy importante número de inmigrantes que se cuelan por la porosa frontera de Chiapas. Sin embargo, es imposible detener el movimiento migratorio que por razones multifactoriales –que van desde la violencia interna hasta el hambre– se realiza en busca de oportunidades de sobrevivencia.