Nadie sabe nada

 

Es un espectáculo fascinante ver cómo se quiebran la cabeza por resultado de elecciones


Es un espectáculo fascinante ver cómo los politólogos, los encuestadores y los académicos se quiebran la cabeza sobre el resultado de las elecciones.

Se sabe lo que se sabe y algo que no debería de olvidar el que ahora está haciendo un liderazgo ecuménico, es que si bien está subiendo en las encuestas, no lo está haciendo como se esperaba, dados la situación general y los errores de los demás.

En cuanto a los que preparan conspiraciones para liquidar a los candidatos jóvenes que van despuntando, sólo les tengo un consejo: en política todo lo que no sea una bala entre los ojos, hablando por supuesto en sentido figurado, no sólo no mata, sino hasta fortalece e inclusive vacuna contra cualquier ataque.

Yo no sé quién es el “genio” que está detrás de la estrategia contra Anaya, pero lo que están haciendo, salvo que haya una orden de detención inmediata ahora que no tiene fuero, más que el de enfrentar al viejo dinosaurio, es decir, a los priistas y a su gobierno, corre el riesgo de que la siguiente vez que nos digan que el líder del Frente ha hecho algo malo y no nos muestren una retransmisión del momento en el que lo está haciendo, ya nadie les creeremos nada.

Como en otros momentos, he recordado que es mejor caer en gracia que hacerse el gracioso, y ahora López Obrador vive su momento de gracia. Da igual lo que haga, porque así como habla del propio Cristo, también perdona a Napoleón.

Él asume todos los poderes del Estado como si fuera la Santísima Trinidad, y es que él puede tener el poder Legislativo, el Ejecutivo y hasta el Judicial. Y eso que en cualquier otro sería un escándalo, en él es algo hasta cierto punto normal.

Y por último está el que representa el orden, la esposa que aguarda en casa con el hogar cálido y los niños bien cuidados.

En ese sentido, si muchas veces el matrimonio no fuera tan aburrido, ¿cómo se explicaría tanta tarugada hecha en nombre de la aventura del amor?

La política se parece a la vida, porque los protagonistas de la política somos los humanos y comete los mismos errores que nosotros. Pero no se equivoque, porque entre más decisivo e importante es el hecho, más humano se vuelve y, por lo tanto, más incomprensible.

Aún queda mucho tiempo y todo puede pasar, no olvide que somos el país que inventó el surrealismo.

Pero tome buena nota, porque los que quieren desgastar a los candidatos recordándonos lo corruptos que son, es algo que ya no le importa a nadie, y ahora la única campaña que está teniendo éxito es la del enojo y hay que esperar que adquiera perfiles y límites propios. Ya que mientras tanto la unión del voto del enojo con el voto de la reivindicación y la repulsión a la búsqueda de la república amorosa, es hoy por hoy imbatible.

@antonio_navalon