No soy

La Jornada Semanal publicó un poema extraordinario de Juan Manuel Roca, titulado “Canción Anarquista”. A partir de un primer verso-premisa, enlista su orgullo por lo que no es: “De lo único/ que en verdad/ me siento orgulloso/ es de lo que no soy”. El ejercicio es extremadamente sugerente; enlisto mi propia ufanía por no ser.

No soy religioso. Nunca rezo, pero trato de militar en la decencia. No soy gregario, ni necesito estar rodeado para ser; mi mejor compañero soy yo, me gusto y me quiero. No soy lamebotas de nadie. Rehúyo a los fatuos.

No tengo alma de dueño, ni de personas ni de cosas.

Tampoco soy propiedad de nadie. No colecciono recuerdos, y tampoco olvidos.

No llevo libros de contabilidad. Si alguien me quedó debiendo le condono la deuda. No conjugo pasado ni futuro, sólo en presente.

No soy de corazón inconstante. Mis afectos y querencias son para siempre, mis desafectos también.

No soy de tierra, soy de agua. Mis mejores noches han sido en altamar. Al garete, en jornadas memorables de pesca.

No soy delator, lo aprendí en la primaria y lo he observado siempre. No soy fácil. Los fáciles son frágiles, y los frágiles son débiles, no tanto de cuerpo como de alma.

No soy amante de los uniformes; es más, los detesto. Mis apegos no siguen la gramática, no uso el punto y seguido, sólo el punto y aparte. No soy cliente de geriatras, sólo quiero vivir hasta 70, ni un día más.

Contrario sensu, no ser también me duele. No soy pianista ni abogado, nunca escribí una novela y no pude correr los San Fermines en Pamplona.

No hablé lo suficiente con mi padre, he pensado en él cada día, sin faltar uno solo, desde hace nueve años, mejor se lo hubiera dicho. Lea a Roca y haga sus listas, se sorprenderá.