OEA: frenar violencia electoral

 

ha observado todo el proceso electoral de México desde el año pasado, y sus enviados seguirán en el país para emitir diversas recomendaciones que aminoren los riesgos y ayuden a la transparencia de los comicios


La preocupación por la violencia en plena época electoral, los altos índices de criminalidad en el país en esta precisa coyuntura, con creciente incidencia de asesinatos de alcaldes y candidatos, rebasaron las consabidas alertas locales y fueron tema de recomendación al Gobierno mexicano por parte de una misión de observadores internacionales que están aquí para eso, para constatar el marco en el que se darán las próximas elecciones presidenciales, de gobernadores, de alcaldes, del Congreso Federal y legislaturas locales hasta sumar 18 mil cargos políticos en juego.

Hay campañas de odio y un caldo de cultivo de esa violencia que invaden las redes sociales, donde hay un tono muy elevado de agresividad, de insultos y descalificaciones que polarizan a buena parte de un electorado superior a los 88 millones de mexicanos en aptitud de votar el 1 de julio.

Encabeza la misión de observación de la OEA el expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández, quien mostró preocupación por ese estado de cosas –polarización, homicidios, encono– y recomendó reforzar los mecanismos de seguridad para impedir que continúen ejecutándose actos violentos contra aspirantes y exfuncionarios de cualquier filiación política o partido.

En su experiencia en la OEA, los observadores no habían registrado tan altos niveles de agresiones y violencia en otros países, reconocieron al reunirse con integrantes del Consejo Asesor Electoral del partido Morena. Allí el senador Luis Humberto Fernández Fuentes dijo que la coalición Juntos Haremos Historia continúa en un primer lugar indiscutible en las encuestas, muy por encima de los demás contendientes, y cada día hay ilegalidades y guerra sucia para intentar frenar el avance de su candidato Andrés Manuel López Obrador.

Van 21 militantes asesinados solamente de ese partido, recordó Horacio Duarte, representante electoral de Morena.

La Organización de Estados Americanos ha observado todo el proceso electoral de México desde el año pasado, desde las precampañas, y sus enviados seguirán en el país para emitir diversas recomendaciones que aminoren los riesgos y ayuden a la transparencia de los comicios.

Esta embestida contra candidatos a alcaldes y legisladores no es normal ni debe aceptarse como tal, decíamos ayer aquí. Es tan evidente la descomposición, que incluso el panista Ricardo Anaya declaró en Saltillo que la violencia está literalmente fuera de control en todo el país desde hace cuatro años. El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, se vio en la necesidad, este domingo, de “condenar enérgicamente” toda agresión a los candidatos y dijo que el Gobierno rechaza en forma categórica los llamados a la violencia, cualquiera que sea su origen. Llamó a candidatos y dirigentes de partidos a sostener “un diálogo directo, incluyente, respetuoso, transparente y constructivo”, pues solamente así se ahuyentará la tentación de la violencia y se hará prevalecer la certidumbre, la civilidad, el respeto y la concordia entre los mexicanos en este año electoral.

Ya ni las encuestadoras pueden hacer libremente su trabajo; tampoco los camiones repartidores de refresco, debido a peligros constantes en los caminos sin más ley que la de las armas. Es posible, en tal estado de excepción, que las urnas y las boletas de votación, los encargados de casillas y funcionarios electorales del nivel básico se vean impedidos de llegar a su destino. Porque poderes de facto así lo decidan.