Omisiones

 

El mayor peligro lo constituyen los camiones con doble remolque


Viajo cada semana de ida y vuelta a Zacatecas vía San Luis Potosí. El periplo es una pesadilla desde el principio, causada por las omisiones e ineficiencia de las dependencias encargadas de los ramos Comunicaciones y Transportes y Caminos y Puentes Federales. No ha habido semana, y esto no es metafórico, es exacto que no haya visto cuando menos un accidente, varias veces de extrema gravedad, o perdido más de una hora, a veces dos sumadas, en las largas filas originadas por la obsolescencia del sistema de cobro y la inexplicable costumbre de mantener desatendidas varias cabinas de recepción. El tiempo desperdiciado, la quema absurda de miles de litros de gasolina en vehículos literalmente parados y la consecuente irritación de los conductores tiene sin cuidado a los responsables de tal “servicio”.

El mayor peligro lo constituyen los camiones con doble remolque. Los he sumado más de una vez y, sin pretender construir estadística, en ocasiones me he encontrado 6 de cada 10 en estas condiciones.

Hasta donde entiendo la norma vigente los prohíbe, pero como sucede con tanta frecuencia es letra muerta, circulan a velocidad desmesurada, bloquean por largas distancias el carril de alta y es impresionante la irresponsabilidad con que echan encima los armatostes al infeliz mortal cuyo destino lo hace pasar en ese momento junto a ellos.

La semana anterior saliendo de Querétaro vi una doble salchicha literalmente explotada, supongo la noche anterior, arrumbada a un lado de la carretera, cuando menos dos vehículos de pasajeros y un par de automóviles en las mismas condiciones. Busqué inútilmente la noticia en varios medios. Simplemente no apareció en ninguno.

Al regreso, cinco días después, no quedaba huella del accidente. En los hechos pareció no suceder.

¿La Policía? Ocupada cazando automovilistas. Quizás estas barbaridades expliquen las encuestas electorales.