País sin petróleo

 

La extracción de petróleo descenderá en este año


Durante muchos años, como si hubiera sido una decisión divina frente a nuestra incapacidad de aprovechar los grandes recursos naturales que posee nuestro país –perjudicados continuamente por una mala administración o muchas veces por el robo y el abuso de otros países, como es el caso de Estados Unidos–, el petróleo no sólo fue el umbral de la abundancia que anunció pero que no consolidó José López Portillo, sino además fue un elemento de orgullo nacional que salvaguardó la personalidad de México.

Pemex era uno de los grandes símbolos que, pese a todo, a los sindicatos, los robos y la explotación, mantenía al petróleo como una especie de garantía de que siempre habría un Estado bis que nos permitiría tener por lo menos una economía de subsistencia.

Ahora la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hace una previsión y anuncia que la extracción de petróleo descenderá en este año por debajo de los dos millones de barriles diarios, algo que no sucedía desde 1980.

Eso no sólo implica un daño económico evidente, sino que además deja de manifiesto la incapacidad que hemos tenido en la forma de administrar, utilizar e invertir ese recurso energético que es tan relevante a la hora de diseñar nuestro país, sobre todo por el importantísimo papel de corrector fiscal que ha tenido.

México tiene petróleo, mucho petróleo, sin embargo, es muy difícil de extraer y necesita grandes inversiones. Ésa era una de las razones más importantes de la reforma energética.

Pero ahora, mientras el actual director de Pemex, José Antonio González Anaya, saca las cuentas para poder ofrecer un diagnóstico y una autopsia clara que explique por qué colapsó el sistema de Petróleos Mexicanos, lo más importante es observar y tener conciencia de que vivimos en un mundo en el que la red de seguridad que significaba el llamado oro negro y nuestra relación con él va desapareciendo poco a poco.

Hay quienes piensan que esta crisis no sólo es la consecuencia de todos los errores, los abusos, los robos y la falta de seriedad hacia la nación, sino que también parte de un plan para poder comprar a un costo muy bajo las riquezas que todavía le quedan al país.

En ese contexto, todos los políticos que ya están soñando con el 2018 deberían de saber que considerar el rumbo que tendrá nuestro petróleo, articular una estrategia para reordenar la reforma energética y exigir las responsabilidades de aquellos que se encargarán de esa encomienda, también forma parte de los aspectos clave en las propuestas que le deben hacer al pueblo mexicano.

@antonio_navalon