Paulo VI, Santo

 

El milagro necesario para la canonización ya ha sido aprobado por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, y sólo falta que lo apruebe el papa Francisco


Que el papa Paulo VI será canonizado, es un hecho; que lo será en octubre, es posible. La canonización sería tras la reunión del Sínodo de los Obispos.

El milagro necesario para la canonización ya ha sido aprobado por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, y sólo falta que lo apruebe el papa Francisco.

El milagro atribuido a la intercesión de Paulo VI es la curación de una niña en el vientre de su madre durante el quinto mes de embarazo. La madre, originaria de Verona, estaba tan enferma que habría podido sufrir el aborto de su hija, pero poco después de la beatificación de Paulo VI, pidió su intercesión en el santuario de Santa Maria delle Grazie, en Brescia, y Amanda pudo nacer el 25 de diciembre de 2014 en perfecto estado de salud.

Paulo VI, de nombre Giovanni Batista Enrico Antonio Maria Montini, nació en 1897 en Concesio, Italia. Inició sus estudios teológicos en el seminario diocesano de Brescia, en 1916, y recibió su ordenación sacerdotal en la catedral de Brescia, el 29 de mayo de 1920. Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, en la Pontificia Academia Eclesiástica y en la Universidad la Sapienza, de Roma.

Juan XXIII lo hizo cardenal el 15 de diciembre de 1958 y se incorporó a la preparación del Concilio Vaticano II. A partir del 11 de octubre de 1962, a la muerte de Juan XXIII heredó la difícil tarea de llevar adelante el Concilio para aplicar sus innovaciones a la vida de la Iglesia. A los 18 días de la muerte del Papa, el cardenal Montini tomó el nombre de Paulo VI y fue coronado romano pontífice el 30 de junio de 1963, rechazando la tiara pontificia.

Durante su pontificado reestructuró las instituciones vaticanas, internacionalizó el Sacro Colegio Cardenalicio reduciendo el predominio de los italianos, descentralizó el poder papal para impulsar una mayor colaboración de los fieles en la vida eclesial, viajó por varios países para hacer crecer la presencia pública de la Iglesia y dio un nuevo impulso al diálogo ecuménico con las restantes confesiones cristianas. En sus encíclicas mostró su gran preocupación por los problemas del mundo moderno, particularmente la vida humana y el subdesarrollo.

Murió en Castelgandolfo el 6 de agosto de 1978 por la mañana, víctima de edema pulmonar, tras 15 años de pontificado. Fue beatificado por el papa Francisco el domingo 19 de octubre de 2014 en la Plaza de San Pedro.