2018 peñista: descarte sin perder posicionamientos

 

La política es la serenidad y la paciencia para analizar el escenario, dejando a un lado las pasiones del instante


Si la política a la mexicana es un juego de espejos, la facilidad con la que se desplazó a Luis Videgaray no de la Secretaría de Hacienda sino de la terna de precandidatos peñistas a la presidencia dejó en claro que las preferencias estarían en otro lado. El efecto Trump en el gabinete adelantó el movimiento de piezas presidenciales para 2018.

Son tres condiciones que van a determinar la candidatura priista a la presidencia:

1.- La continuidad personal, de proyecto y de grupo de Peña Nieto.

2.- La profundidad a finales de 2017 de la crisis económica.

3.- Y las tendencias de los candidatos de la oposición. Las encuestas están siendo leídas bajo el influjo de percepciones personales.

Llama la atención que algunos de los mencionados en los primeros sondeos conviertan a una determinada encuesta en su preferida sin tomar en cuenta las demás, para promocionarse como ganadores. Pero se trata de las mismas empresas encuestadoras que se equivocaron en sus tendencias en las elecciones legislativas de 2015 y en las de gobernador de 2016.

Al final de cuentas, las encuestas son herramientas para el análisis, no decisiones finales. Hacia el día de las elecciones de junio de 2018 –dentro de 21 meses–, los expertos en encuestas tienen un alto índice de votantes que van a cambiar su voto. Y prevén que aumente el número de indecisos que ahora llega a 30 por ciento.

De todas las encuestas sobre 2018 hay cuando menos tres puntos a atender:

1.- Sin hacer campaña ni asumirse abiertamente como candidato, Miguel Ángel Osorio Chong se localiza en el primer lugar de los priistas en empate técnico con los otros dos principales precandidatos de la oposición y lejos de otros aspirantes priistas. Peña Nieto parecía dispuesto a llegar a comienzos de 2018 con Osorio y Videgaray, y un poco José Antonio Meade como maniobra de distracción, por lo que el desplazamiento de Videgaray lo obligará a fabricar un par de aspirantes más para ocultar a Osorio y quitarlo de la línea de combate.

2.- En cambio, López Obrador viene haciendo campaña presidencial desde 1992, llegó a tener en 2006 más de 20 puntos de ventaja sobre el candidato panista Felipe Calderón y perdió la elección y en 2012 no pudo con la figura mediática de Peña Nieto. Su empate con Osorio y Margarita Calderón es un fracaso electoral previsible.

3.- En el PAN tendrá que darse una ruptura interna: Margarita Calderón carece de espacio interno por el deterioro del panismo durante el gobierno de su esposo; Ricardo Anaya combatirá en dos frentes: el de los Calderón y el de Gustavo Madero que se sintió traicionado por Anaya y quemará todo su capital político para impedir su nominación presidencial.

En cambio, el gobernador poblano Rafael Moreno Valle ha hecho política de alianzas s30in pelearse con nadie. Así que para 2018 aún nada para nadie.

The White House 2016: La comunidad de los servicios de inteligencia que ha crecido con Obama está a la expectativa de lo que presenten como programa Trump y Hillary; y ahí hay más confianza en la demócrata que en el republicano…

Sigue perdiendo colegios electorales Hillary: A finales de agosto reunía, según el sitio Real Clear Politics, 278, ocho más de los mínimos para ganar, y el jueves cerró con 229, debajo de los 270 requeridos…


Política para dummies: La política es la serenidad y la paciencia para analizar el escenario, dejando a un lado las pasiones del instante.

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