Permanencia en la educación

 

La Reforma Educativa no libró las resistencias


En septiembre de 2013, con la promulgación de las tres leyes que le dan cuerpo, terminaba el cabildeo y comenzaba su puesta en marcha. Pero aun cuando fue posible gracias al Pacto por México, la Reforma Educativa no libró las resistencias. Los “cortes de caja” arrojan numerosas lecturas. Para Mexicanos Primero –sin duda, una de las ONG protagonistas en todo el proceso–, una administración no es suficiente y a año y medio del relevo en Los Pinos, la lista de pendientes es larga. En eso coinciden UNICEF y Cepal que ubican a la corrupción como uno de los factores que hacen de la educación pública solución y parte del entramado nacional. Bajo la lupa están corruptelas en el manejo de plazas y evaluación docente; responsabilidad de autoridades estatales; puesta en marcha de modelos, así como la inclusión. Forman una especie de cordón umbilical que une a la región en una interminable deuda con sus 670 pueblos indígenas.

Es ahí donde la pobreza está sobrerrepresentada, agravada por la exclusión y la privación de sus derechos. Pero como el león no es komo lo pintan, hay esfuerzos que trascienden como permanencia en la educación de niños y jóvenes indígenas, que en México realizan las Casas del niño Indígena. Su labor es brindar “hogar” intermedio entre la casa familiar y la escuela, evitando la deserción por cuestiones de distancia y traslados. Estos “albergues” cuentan con habitaciones óptimas y limpias. Equipados con comedores, baños, áreas de estudios y también de esparcimiento, son operados por la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas, según las necesidades de los pequeños: Comedor del Niño Indígena o bien Casa o Comedor Comunitario. Y sin hacer tanto ruido acaban de llegar al beneficiario 75 mil, contando sólo con el apoyo de instancias estatales o municipales y Organizaciones de la Sociedad Civil.

Twitter @MarioALeon