Pizca de inflación

 

La inflación de enero se ubicó en un nivel de 5.55 por ciento


Impulsada por el aumento de los energéticos, la inflación de enero se ubicó en un nivel de 5.55 por ciento, cifra que superó las expectativas de los analistas, y se ubica como la más alta de los meses de enero desde 2009.

La inflación en México tiene un antes y un después del “gasolinazo”.

La estabilidad de precios siempre resulta en un escenario frágil y vulnerable, por lo que la tasa de inflación puede aumentar de forma rápida en poco tiempo. Las tasas altas persisten en la memoria de la gente y tienen efectos adversos duraderos. Y eso está a la vuelta de la esquina.

La inflación es el aumento generalizado de los precios de los productos y es lo que hace, a la vez, que las personas tengan un mayor o menor poder adquisitivo; es decir, capacidad de compra aumentada o disminuida.

Una forma tradicional de controlar la inflación es subiendo la tasa de interés, lo cual reduce la cantidad de dinero circulando, pero eso puede promover el desempleo y estancar el crecimiento de la economía.

El país debería transitar por el incentivo al ahorro como una medida atractiva que muchos bancos centrales consideran para controlar la inflación, lo que en ocasiones va de la mano con un castigo al consumo al encarecer los créditos o hacerlos más restrictivos, puesto que al elevar las tasas de interés del crédito disminuye el consumo e incentiva el ahorro, por cuanto la tasa retributiva del ahorro también se ve incrementada.

Y es que lo que se tiene en este momento de volatilidad e incertidumbre global es una inflación que se aceleró a su mayor ritmo en más de 16 años y medio, poniendo en guardia a las autoridades monetarias y comiencen a buscar alternativas para regresar al objetivo de tres por ciento. Será a finales de este año que quizá se pueda concretar, por el momento la inflación se sumará a los indicadores que presionen a la economía.