Los Chuchos; la última maniobra

CIUDAD DE MÉXICO, 23MAYO2016.- Por utilizar el Registro Nacional de Electores para hacer proselitismo, Andrés Manuel López Obrador fue denunciado ante la Procuraduría General de la República. Jesús Ortega Martínez, candidato a Constituyente por el PRD, asistió hoy a nombre propio ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) para denunciar que López Obrador y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), están usando los datos del listado nominal para enviar cartas a fin de que voten por Morena. FOTO: CUARTOSCURO.COM 

Los Chuchos saben que la fiesta se acabó


Cuando la realidad le ha dado la razón a López Obrador por haberse separado del PRD tras denunciar que aquella era una izquierda extraviada, el más desprestigiado de los ex dirigentes perredistas: Jesús Ortega Martínez, lo reconfirma al aparecer como líder moral de su inmoral corriente, para condicionar a Miguel Ángel Mancera. Lo que hace Ortega es empujar el último de los grandes negocios que Los Chuchos podrían hacer usufructuando lo que queda del maltrecho membrete y el todavía vigente registro legal del PRD.

Durante tres años, mientras les servía para equilibrar a López Obrador y el naciente proyecto de Morena, y mientras creían que el PRD tenía futuro como partido de una sola corriente, Los Chuchos no sólo coquetearon con Mancera, lo alentaron y defendieron su decisión de mantenerse como un activo político de la izquierda, pero sin militancia partidista que lo encadenara y lo marcara en un momento en que la sociedad desconfía profundamente de todos los partidos.

Hoy que el dictado de las urnas dice que el PRD es un partido en extinción y que la fuerza emergente de izquierda se llama Morena, y que además la política de alianzas de Agustín Basave fue lo único rescatable para ese partido en la jornada electoral del 5 de junio, la corriente de Ortega Martínez y Jesús Zambrano, ahora con sus propias divisiones internas, cambió abiertamente de bandera y dejó de respaldar la eventual candidatura ciudadana de Mancera.

Si el Jefe de Gobierno tiene interés en la candidatura presidencial, tendrá que definirse y afiliarse al PRD. Esa fue, palabras más palabras menos, la definición con la que Jesús Ortega cambió radicalmente la postura de Los Chuchos y le lanzó un ultimátum a Miguel Ángel Mancera.

Lo que hay detrás de ese repentino cambio de posición es muy simple: Ortega, Zambrano y el resto de Los Chuchos saben que la fiesta se acabó, que López Obrador tenía razón y que la gente ya no cree en el PRD como la fuerza esperanzadora de la izquierda en la sociedad. Lo que les queda, en congruencia con su espíritu de mercaderes de la política y traficantes de votos por posiciones, es limpiar la candidatura presidencial perredista de aspirantes serios para poder hacer el último gran negocio: venderle a Ricardo Anaya y a los panistas el impulse de una alianza electoral con Acción Nacional para los comicios de 2018. A cambio, Los Chuchos buscarán obtener desde diputaciones y senadurías, hasta una promesa de cogobierno en forma de una o dos secretarías de Estado en un eventual gobierno panista 2018-2024.

Por supuesto, al primero que hay que eliminar para declarar vacante la candidatura presidencial perredista y así poder vendérsela al PAN, es Mancera.

@EnvilaFisher