“Protección de menores en la Iglesia”

 

En la Instrucción “Sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación a las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al Seminario y a las Órdenes Sagradas”, de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, del 4 de noviembre de 2005, bajo el pontificado de Benedicto XVI, se establece que la Iglesia […]


En la Instrucción “Sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación a las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al Seminario y a las Órdenes Sagradas”, de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, del 4 de noviembre de 2005, bajo el pontificado de Benedicto XVI, se establece que la Iglesia “no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay”, se fija “la obligación de evaluar todas las cualidades de la personalidad y cerciorarse de que el candidato no presenta desajustes sexuales incompatibles con el sacerdocio.

Si un candidato practica la homosexualidad o presenta tendencias homosexuales profundamente arraigadas, su director espiritual, así como su confesor, tienen el deber de disuadirlo en conciencia de seguir adelante hacia la Ordenación” y se concluye que “los Obispos, las Conferencias Episcopales y los Superiores Mayores vigilen para que las normas de esta Instrucción sean observadas fielmente para el bien de los candidatos mismos y para garantizar siempre a la Iglesia sacerdotes idóneos”.

Ya en el pontificado de Francisco, durante un encuentro sostenido con los obispos italianos con ocasión de su 71ª Asamblea General, el 21 de mayo de 2018, según confirmó el cardenal Gualtiero Bassetti, Presidente de la Conferencia del Episcopado Italiano en una conferencia de prensa sostenida el 24 de mayo, al abordar el problema de la homosexualidad en los seminarios, el papa expresó: “si ustedes tienen la menor duda, es mejor no dejarlos entrar” para evitar escándalos y no comprometer la vida del Seminario.

Ahora, con ocasión del Encuentro “La Protección de los menores en la Iglesia”, desarrollado en el Aula Nueva del Sínodo del 21 al 24 de febrero, al final del Discurso conclusivo, en la Sala Regia del Palacio Apostólico, el 24 de febrero, Francisco advierte que “la plaga del clericalismo” “es el terreno fértil para todas estas abominaciones” en referencia a los abusos sexuales a menores.

Al final del Encuentro, el Papa sostuvo que “Ha llegado la hora de encontrar el justo equilibrio entre todos los valores en juego y de dar directrices uniformes para la Iglesia, evitando los dos extremos de un justicialismo, provocado por el sentido de culpa por los errores pasados y de la presión del mundo mediático, y de una autodefensa que no afronta las causas y las consecuencias de estos graves delitos” y anunció que la Iglesia se centrará en ocho estrategias: Protección de menores, Seriedad impecable, Verdadera purificación, Formación, Reforzar y verificar las directrices de Conferencias Episcopales, Acompañamiento a personas abusadas, Mundo digital y Turismo sexual.

En espera de documentos conclusivos del Encuentro, que a partir de los 21 puntos de reflexión propuestos por las diversas Comisiones y Conferencias Episcopales, como Iglesia que somos quedamos en atenta espera de conocer si la prevención de abusos a menores en la Iglesia fijará normas que logren evitar la práctica del homosexualismo en los seminarios o en reducir esta plaga que el papa Francisco ha denunciado bajo el término de “clericalismo”.