Pulso Financiera

 

La guerra entre expendedores de gasolina en el país ha comenzado


La guerra entre expendedores de gasolina en el país ha comenzado; Exxon, Mobil, Shell, Oxxo Gas, Petro 7, Hidrosina, Chevron, Gulf y otras más preparan sus estrategias de mercado para atraer a los poco más de 39 millones de autos que circulan en México.

Recordemos que la reforma energética establece la liberación de manera gradual del mercado de combustibles.

Hablamos de que cualquier empresa podrá vencer sus marcas, incluso hasta importar gasolinas para ofrecerlas al consumidor. La derrama económica anual por la venta de combustibles asciende a 750 mmdp y se estima que puede caer 20 por ciento para las empresas mexicanas (franquicias de Pemex) al momento de iniciar totalmente la apertura de las nuevas franquicias.

Ahora los franquiciatarios que venden gasolina de Pemex tendrán que redefinir sus estaciones de servicio y su concepto de negocio. De entrada, Pemex debe de cuidar a sus franquiciatarios y ha ofrecido más plazo promedio de cobro del abastecimiento a las gasolinerías, así como asesoría en la reingeniería del negocio de cada una de ellas; además, ofrece un abastecimiento constante a través de Pemex logística.

El mercado es sumamente jugoso y los tiburones expendedores extranjeros lo saben. La derrama económica en México haciende a 443 millones de pesos en poco más de 11 mil estaciones de servicio. La ventaja de Pemex es que aun y que se han empezado a instalar ya las nuevas estaciones de servicios de distribuidores extranjeros aún se controla 99 por ciento de la distribución.

Los nuevos jugadores van por al menos 20 por ciento de los franquiciatarios, y para sorpresa de alguno la cadena comercial Oxxo lleva 400 estaciones ya compradas y en funcionamiento. El handicap negativo para las franquicias de Pemex es ahora que los usuarios piensan que la gasolina está más contaminada y rinde menos.