Pulso Financiero

A manera de reflexión se espera que México crezca 2.3 por ciento
Capital Publicado el
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MARCELO LARA

El panorama mundial luce prometedor y la economía global pasa por un buen momento, pues pudiera crecer a 3.7 por ciento anual de la mano de 2.6 puntos porcentuales anual que sería el PIB de Estados Unidos esperado para 2018, superando –por mucho los dos últimos años– a los chinos con un PIB esperado de 8.5 por ciento y economías emergentes como la india con un crecimiento esperado de 7 por ciento.

El único prietito en el arroz es Reino Unido que al salir de la comunidad europea se espera que su crecimiento sea sólo de uno por ciento anual.

A manera de reflexión se espera que México crezca 2.3 por ciento, pero históricamente necesita un PIB de 10 por ciento para salir de la pobreza y salir de sus problemas económicos como la deuda externa. Imagínese usted, si China trabajando de sol a sol lograra un PIB este año de 8.5, pues la verdad está en chino para nuestro país.

Hay que señalar que el congreso de Estados Unidos le aprobó a Trump una reforma fiscal sumamente agresiva en la cual le baja la taza de los impuestos a las empresas de 35 a 21 por ciento sobre la renta que generan sus negocios.

Esto trae implicaciones buenas y malas, por un lado la economía de Estados Unidos que lleva ocho años sin crecer exponencialmente, pero estable generara una nueva ola de inversiones o apertura de empresas, eso beneficia a México porque le podemos exportar más cosas y el consumo de los ciudadanos estadounidenses será mayor por tener más efectivo en el bolsillo.

Por otro lado en México tenemos un régimen fiscal muy poco competitivo en comparación como quedará en Estados Unidos, entonces los proyectos de inversión de empresas americanas en México pueden detenerse o esfumarse. Aquí requiere una estrategia de retención de capitales por parte del Gobierno Federal.

Además en una jugada maestra el Gobierno de Estados Unidos prepara un plan de repatriación de utilidades de más de dos billones de dólares que están afuera del país. La negociación del TLC algunas veces parece un bluff de Trump y ahora dice que se va a negociar después del proceso electoral que se vivirá en nuestro país cuya principal figura a disputar será la Presidencia de la República y que no se vea contaminada la misma, hay que reconocer que el señor americano se las sabe de todas todas. Naturalmente ya no le interesa la figura presidencial actual, sino la que viene.

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