Pulso Financiero

 

La educación financiera busca otorgar a las personas conocimientos y habilidades necesarias para que en el día a día puedan hacer elecciones razonables sobre el uso adecuado de los recursos


¿Qué pasa con la educación financiera en México? ¿Por qué el sueldo no llega a la siguientes quincena y te endeudas más de lo que puedes pagar? En el pasado consumíamos para sobrevivir y luego para vivir; ahora consumimos para sobresalir, nos llenamos de cosas para mostrarle al mundo lo que somos, deseosos por la presunción. Esta es mi primera reflexión.

A pesar de que se tienen muchas herramientas financieras para educarnos y administrarnos seguimos sin utilizarlas, no queremos sentirnos limitados por nada. Hemos caído en el error de crear un nivel de vida artificial a través de endeudarnos más allá de nuestra capacidad de pago para disfrutar de lujos que en realidad no podemos pagar. Esto es sólo un poco de la realidad financiera que se vive día a día en nuestro país.

Desgraciadamente el ciudadano promedio tiene una formación financiera basada en experiencias personales o empíricas, considera normal vivir al día y sumido en deudas entendiendo por finanzas personales el hecho de cómo estirar el gasto para cubrir deudas y pagos llegando a la quincena como coloquialmente se dice “bien raspado”.

La educación financiera busca otorgar a las personas conocimientos y habilidades necesarias para que en el día a día puedan hacer elecciones razonables sobre el uso adecuado de los recursos, productos y servicios financieros. Trasmitir este tipo de educación requiere además esfuerzos conjuntos entre sociedad, gobierno, instituciones financieras y educativas. Todas sumamente comprometidas.

Entender y aplicar este tema en la vida cotidiana de las personas les va a permitir aprender también a elaborar presupuestos familiares, iniciar planes de ahorro, administrar sus deudas, incrementar su patrimonio y, en su momento, tomar decisiones básicas de inversión sin olvidar el no menos importante tema de la jubilación.

Un gran paso sería enseñarnos a ser emprendedores y no solamente asalariados, pues mientras un empleado tiene asegurado su pago cada 15 días un dueño de comercio o negocio está sujeto al comportamiento del mercado, de la oferta y demanda y al pago de sus clientes, entonces se vuelve mas precavido, previsor y mesurado con la operatividad de sus finanzas.